La Guardia Civil ha detenido a cinco personas y ha imputado a una más, en una operación en la que ha desmantelado un "chiringuito" financiero que pudo estafar millones de euros a empresarios de toda España a los que ofrecía supuestos productos de inversión de una altísima rentabilidad.
En la operación "NAVAS", desarrollada en las localidades madrileñas de El Escorial, Colmenarejo y Las Rozas y en Maó, los agentes han practicado cinco registros en los domicilios de los detenidos y en la lujosa sede social de la empresa, emplazada en un conocido centro de negocios de Las Rozas.
La operación se inició en marzo de 2009, a raíz de que diversos perjudicados, en su mayoría pequeños y medianos empresarios, denunciaran ante la Guardia Civil haber sido víctimas de una estafa por parte de la empresa SIEMPRE COMISIONES BAJAS S.L.
La red captaba a clientes a través de un servicio de telemárketing que seleccionaba a las víctimas por medio de la guía telefónica.
Tras varias entrevistas, el vendedor iba adquiriendo información de cada uno de los empresarios, como el sector de negocio, la vulnerabilidad para invertir, el poder adquisitivo y cuantos datos eran de interés para su captación.
Una vez que el cliente era atraído, entraba en juego alguno de los responsables del "chiringuito" financiero que, en un primer momento, conseguía colocar al empresario algún producto por una pequeña cantidad de dinero, pero que conseguía una altísima rentabilidad.
Una vez que los estafadores se ganaban la credibilidad y confianza de los clientes, los convencían para que materializaran un nuevo depósito por cantidades económicas muy superiores, que serían destinadas a inversiones en valores bursátiles o en propiedades inmobiliarias.
Una vez que el dinero estaba en poder de la red, la red dejaba de contactar con el cliente y abandonaba la sede social que había mantenido como tapadera para dar una imagen seria y solvente.
Durante el registro llevado a cabo en las oficinas del "chiringuito" financiero, los agentes hallaron desperdigados por el suelo multitud de documentos en soporte físico e informático relacionados con las estafas.
Aparentemente las oficinas fueron abandonadas de forma precipitada por temor a la denuncia de algún perjudicado o simplemente para desaparecer con las inversiones de sus víctimas.
La Guardia Civil analiza ahora la documentación intervenida para identificar nuevas víctimas que pudieran pensar que su inversión salió mal y por ello perdieron su dinero, así como para establecer la cantidad estafada, que se sospecha pudiera ser millonaria, teniendo en cuenta que los detenidos llevaban operando más de año y medio.
La operación ha sido realizada por el Grupo de Delitos Económicos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.