La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por COPCISA y la constructora local Climent Olives ha presentado un recurso ante el Consell contra la propuesta de la mesa de contratación de adjudicar las obras de la variante de la Me-1 en Ferreries a la UTE Ferrovial-Illes Balears. La mesa desestimó la oferta de COPCISA-Climent Olives al entender que no fue capaz de justificar correctamente la rebaja presentada en su oferta. Mientras la primera presupuestó las obras en 21,3 millones de euros (IVA no incluido), la segunda planteó una oferta 18,4 millones, cuando el precio de licitación inicial era de 27,7 millones de euros (32 con IVA).
COPCISA-Climent Olives esgrime en el recurso que su oferta económica fue calculada con precisión y que cada una de las partidas presupuestarias estaban correctamente justificadas, no había anormalidad ni desproporción, tal y como acreditó la documentación que aportó en el escrito presentado al órgano de contratación. Insiste además en que su oferta era la más ventajosa para el Consell, al representar un ahorro de 2,8 millones de euros sobre la que resultó finalmente ganadora. La UTE pide la nulidad de la propuesta de adjudicación provisional al entender igualmente que la constitución de la mesa de contratación es defectuosa, al vulnerar varios artículos de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
Parcialidad
Asimismo considera que hubo parcialidad en uno de los técnicos que intervinieron en la mesa de contratación. En concreto cita al ingeniero de caminos, canales y puertos Rodrigo del Pozo Gutiérrez, miembro de la UTE Variant de Ferreries que tiene encomendada la dirección de obra de la carretera. COPCISA-Climent Olives advierte que normalmente la dirección de obra se siente más cómoda con presupuestos más elevados y no tan ajustados como los presentados en su proyecto. Un presupuesto ajustado implica mayor trabajo de control por parte de la dirección de obra para que no se produzcan desvíos y por este motivo, la UTE considera que este técnico no es la persona más idónea para valorar en la mesa las presuntas anormalidades y desproporciones de la oferta de COPCISA-Climent Olives. En relación a este asunto, la empresa solicita que la mesa de contratación haga una nueva valoración de su oferta y reclama un informe pericial de un perito ingeniero de caminos, canales y puertos independiente para que valore objetivamente la inexistencia de desproporción en los precios de su oferta.
La empresa explica que el hecho de que el proyecto de la variante se fuera a llevar a cabo junto con la empresa local Construcciones Climent Olives (un 35 por ciento de la UTE) le permite ofrecer un precio más bajo. De hecho en su momento aportó documentos acreditativos de los precios de materiales y servicios ofertados por empresas proveedoras e igualmente hizo referencia a la jurisprudencia española y europea en la que se reclama la adjudicación a las ofertas más económicas.
El conseller de Movilidad, Damià Borràs, explicó ayer que el recurso presentado por la UTE ya ha sido contestado por la mesa de contratación y la semana que viene está prevista la reunión del Consell de Gobierno donde previsiblemente se llevará a cabo la aprobación inicial del proyecto. No obstante, la empresa tendrá entonces otro plazo de 15 días para presentar alegaciones que deberán ser nuevamente estudiadas por la mesa. Tras la resolución de este órgano, el Consell de Gobierno someterá de nuevo la propuesta a votación para la aprobación definitiva de la adjudicación de las obras. Todo este trámite demorará el inicio de los trabajos alrededor de dos meses, no obstante, la UTE COPCISA-Climent Olives ya ha advertido que se reserva el derecho de ejercer las acciones legales que le puedan corresponder en el caso de que considere lesionado sus intereses.
La UTE obtuvo la mayor puntuación en el concurso
La mesa de contratación recomendó a principios de enero la adjudicación a Ferrovial-Illes Balears, en detrimento de la UTE COPCISA-Climent Olives a pesar de que esta última obtuvo la mejor puntuación en el concurso. Su puntuación técnica fue de 94,75 frente a los 93,87 puntos de Ferrovial-Illes Balears.
La mesa consideró entonces que esta unión temporal de empresas había presentado una oferta temeraria, una oferta económica que reducía un 33,58 por ciento el precio inicial de licitación y abrió un período de tiempo para que justificara el precio de la oferta, es decir informara sobre la solvencia y viabilidad de su propuesta. La baja temeraria se produce cuando la Administración considera que una propuesta presentada a concurso plantea precios desproporcionadamente bajos, por lo que puede verse comprometido el desarrollo y la calidad de la obra.
Finalmente la mesa de contratación considero que las baja ofertada por COPCISA-Climent Olives era desproporcionada y que la UTE había sido incapaz de justificar la bajada de precios y propuso la adjudicación de la obra a Ferrovial-Illes Balears. De hecho consideró que más de dos millones de euros estaban deficientemente justificados y se arriesgaba al viabilidad del proyecto. El propio conseller insular de Movilidad, Damià Borràs, dijo entonces que existían partidas que no descalificaban per se a COPCISA-Climent Olives, pero según el criterio técnico podían afectar a la viabilidad de la obra de la variante.