El Partido Popular ha pedido responsabilidades políticas al presidente del Consell, Marc Pons y la consellera insular de Cooperación Local, Susana Gomila por haber dejado caducar "de forma deliberada" el expediente sancionador iniciado en su día contra la Flawer Power celebrada en agosto de 2007 en la Mola, y a la que asistieron 3.000 personas. La fiesta, organizada por Cordial Hotels y Onrus Broderic, terminó con dos jóvenes heridos, uno de ellos grave, y 200 reclamaciones a consumo.
Los populares aseguran que se trata de un hecho grave, ya que el expediente deja claro que la fiesta se realizó en un lugar que carecía de licencia para actividades extraordinarias. Esta infracción está penalizada con una multa que oscila entre 6.0001 a 60.000 euros. El PP afirma que el expediente se dejó dormir en un cajón y se abrió tres días antes de que caducara ante la presión mediática y del PP, lo que demuestra, según la portavoz popular en el Consell, Juana Francis Pons Vila, la poca voluntad de actuar que existía por parte del Consell, todo ello a pesar de que la institución insular tiene plenas competencias en actividades clasificadas desde 1999.