Hay jubilados o prejubilados como es el caso presente, que aprovechan la coyuntura para profundizar en sus aficiones y completar todo aquello que, por carecer del tiempo suficiente, han ido posponiendo, dando así una dimensión más intensa a su nueva situación; el trabajo sigue siendo fundamental para ellos pero administran celosamente su tiempo en "sus cosas", aquellas que siempre han estado presentes en su dilatada vida laboral. Lluís Guasteví Ginart es una de ellas, un hombre con múltiples facetas del que no dudo en afirmar que hubiera sido feliz de haberle correspondido vivir durante el Renacimiento.
Graduada, Cervantes, ¿dónde diste tus primeros pasos escolares?
En la Academia Cervantes, muy cerca de casa; allí estuve desde los tres a los cinco años en que pasé a "Sa Graduada" y a los nueve ingresé en el Instituto donde cursé el Bachillerato Elemental pero al ver que no me llenaba del todo recurrí al Bachillerato Técnico hasta que me trasladé a Palma, a la Escuela de Maestría Industrial y de allí a Terrasa, en donde cursé la carrera de Ingeniería Técnica en la rama de Electricidad.
Obviaremos el lanzamiento de los "platillos volantes" sobre los transeúntes, desde los balcones del piso que en Palma compartíais un grupo de mahoneses y analizaremos aquella convivencia que considero os "marcó" de por vida, ¿es así?
Lo es; en realidad fue el primer piso de estudiantes menorquines en Palma; éramos cinco amigos que fraguamos allí una gran relación hasta el extremo de que todavía hoy seguimos reuniéndonos una vez al mes, para cenar o comer; con la particularidad de que hasta que no estuvimos todos casados sólo nos reuníamos los hombres, luego ampliamos dichas reuniones y pasamos a ser cinco parejas, las respectivas mujeres y nosotros; además, aunque no tengamos una relación muy directa, sabemos que si alguno de nosotros necesita algo, todos estaremos ahí, a su vera.
Las raíces siguen teniendo su importancia.
¡Y que lo digas! Ten en cuenta que aquella experiencia se produjo hace más de 40 años y sigue viva.
Por tu experiencia tanto propia como por la de tus tres hijos, ¿consideras necesario que los jóvenes salgan de Menorca y conozcan otras realidades?
Lo considero imprescindible; el salir les permite conocer otras formas de vida, otras sociedades y comprender la auténtica dimensión de la Isla; además se enriquecen con unas relaciones humanas más amplias y diversas.
El "problema" surge a la hora de decidir si regresar a casa o permanecer fuera.
Sí, pero es "problema" con matices; a nuestros hijos les mentalizamos para que no vuelvan demasiado pronto y que cuando lo hagan sea por voluntad propia y para aportar algo a la sociedad menorquina y sirvan de revulsivo para que ésta evolucione, se renueve y actualice.
En ti hay dos facetas importantes, hay otras pero éstas son las más conocidas: la profesional, como ingeniero técnico electricista y la de músico, porque en el fondo siempre te has sentido músico.
Sí e incluso sigo preguntándome el porqué no me dediqué profesionalmente a la música; puede que llegara tarde o que me faltara decisión pero, las cosas son como son y no como, a posteriori, desearíamos hubieran sido.
Pero en su momento, puede que con retraso, diste un paso al frente.
Lo di porque no quise quedarme en "hacer música" sino tener la base que dan los estudios pertinentes, los reglados, porque me considero músico vocacional y "estim la música" como oyente y como partícipe o "actor" de la misma.
Sin olvidar que bebiste en las fuentes más adecuadas para ello.
Efectivamente y desde muy pequeño, recuerdo que acudía a los ensayos de la Orquesta Sinfónica que tenían lugar en la cochera del señor Taltavull, en la calle Infanta, en cuyo edificio estaban instaladas las oficinas de la Trasmediterránea y que luego se convirtió en "Jardines Infanta"; éste es sólo un detalle porque con mi padre iba a todas partes, al Ateneu, al Principal, a cualquier sitio ya que me apuntaba a un bombardeo.
Aquel fue un tiempo, el que describes, de un gran esplendor musical.
Y notorio porque que un pueblo de unos 18 o 20 mil habitantes contara con una orquesta de 50 músicos, en la que la cuerda estaba completa no era muy frecuente; además ten en cuenta que aparte de la Orquesta Sinfónica estaba la Banda Militar, que atesoraba una gran calidad musical.
De la Sinfónica tengo mis propios recue rdo, Trasmediterránea, Don José Maria Taltavull, pero no recuerdo cuando se produjo su desaparición.Creo recordar que fue en el año 1957; su inicio se produjo en el 47 lo que significa que fueron diez los años que estuvo en el candelero.La imagen que de tu padre tenemos muchos mahoneses es la de director de la Banda Municipal pero él estuvo en "mil batallas", ¿fue como digo?
Lo fue; mi padre fue un caso singular y de una dimensión poco conocida en la que la música fue su mayor exponente; con brevedad te trazaré algunos rasgos de esas "mil batallas"; junto con don José María Taltavull y Rosendo Gisbert Calderón fue cofundador de la Orquesta Sinfónica; también fue cofundador, secretario y profesor del Liceo, primera Asociación de Músicos y miembro del Grupo Filarmónico del Ateneu que "nació", digámoslo así, de las sesiones que se organizaban en la Casa Albertí; a su vez organizó las primeras orquestinas de "Sa Lliga", siendo el primer director que introdujo a una mujer como vocalista de una de ellas; durante 17 o 18 años fue secretario de la "Lliga" que luego se convirtió en el lo que hoy es el Club Marítimo.
En cierta ocasión me hablaste de su vinculación con el Festival de Alaior. ¿Me aclaras este extremo?
Para la primera edición del Festival de la Canción Menorquina recabaron su ayuda y organizó la parte musical del mismo que contó con una orquesta compuesta por 21 músicos, todos locales, lo que evidencia que en Menorca había, musicalmente hablando, un "bon caliu", muy buenos músicos.
Además de estas pinceladas hubo más, ¿cierto?
Del todo; porque la música era algo consustancial en él; fue director del "Deixem lo Dol" de Es Castell y durante más de 30 años ininterrumpidamente participó en Ciutadella en la representación de "Foc i Fum", tocaba la viola, aunque la "estrella de la corona" fue la creación, conjuntamente con Marlen Coll y Jaime Calafat, de la academia de Música que gracias a la intervención de Andrés Murillo, en su etapa de conseller de Cultura, se convirtió en Conservatorio del que se jubiló siendo profesor.
También lo recuerdo relacionado con el mundo de la vela.
Lo estuvo, durante 30 años fue delegado de la Federación de Vela y medidor oficial y al mismo tiempo ejercía de entrenador de natación del equipo del Club Marítimo e incluso de water-polo… Otro apunte poco conocido es el de su colaboración con el Dr. Seguí, Pedro Pons (en Perico de Sa Tabacalera) y otros, en la transformación de la Mutua Mahonesa, que pasó a dar mayores prestaciones sanitarias a sus afiliados.
Actualmente en Menorca y a lo que a la música se refiere ha habido una eclosión. ¿Cuál es tú punto de vista al respeto?
En este aspecto tengo sentimientos contrapuestos; existen grandes expectativas e importantes dotaciones, baste con decir que contamos con dos sedes del Conservatorio, una aquí, en Maó y otra en Ciutadella y que cada municipio tiene su propio Escuela, además de las academias privadas que existen pero, y a pesar de ello, las metas alcanzadas no han sido, en mi opinión, las que cabía esperar; van saliendo, esto es innegable, músicos muy cualificados y técnicamente bien preparados, pero la mayoría que cursan estudios adolecen de la falta de oficio que antaño tenían los músicos menorquines que eran reconocidos en cualquier parte por propios y extraños… Pienso que por número y posibilidades los "frutos" no han alcanzado las perspectivas deseadas. En resumen, estamos en la senda de generar instrumentistas, de los que pocos son músicos. Aparte, la música no se debería ejercer profesionalmente sólo como un trabajo, es arte, sensibilidad, creatividad y, muy especialmente, vocación.
Sin embargo han salido músicos de una calidad contrastada.
Efectivamente, pero muchos de ellos son de la primera etapa, los cuales aparentemente no tienen el relevo que debería haber aparecido si tenemos en cuenta que hablamos de unos 600 alumnos por curso… En ocasiones pienso que muchos de ellos, los alumnos, cuando han de dar el "do de pecho" se escabullen porque la música requiere sacrificio y vocación y no todos están en esta "guerra" de forma voluntaria sino "inducidos" por sus padres, como a otros les inscriben en otras actividades artísticas o deportivas.
También las "bandas", en menor o mayor partida, tienen su apartado.
Lo tienen pero con limitaciones; para mi la mejor diseñada es la de Ciutadella porque ha creado su propia cantera, de la que van saliendo, y deseo y espero que así siga, los músicos que podrán aumentar la plantilla y relevar las bajas que se produzcan. Espero también que se consoliden los proyectos ya avanzados de Ferreries y Es Migjorn Gran.
Tenéis, tú y Lali, tres hijos, Martí y las "repe", como cariñosamente las llamo; en los tres se hace realidad aquello de que "no sólo de pan …" porque la música ha sido y es parte esencial de sus vidas.
Lo es; Martí, el mayor, es licenciado en Filosofía y además es clarinetista y saxofonista y "ejerce" de músico en la Banda Municipal de Barcelona; da clases en la abadía de Montserrat y en diversos colegios y academias; Laura, que es licenciada en Historia del Arte, en el apartado musical es flautista y "fagotista", una especialidad muy difícil, dándose el caso de que es la primera "especialista" de dicho instrumento de Menorca; actualmente es la presidenta de la Banda Sinfónica de Badalona en donde ejerce de profesora de fagot; Sara, tú preferida, no tiene terminados sus estudios musicales, empezó piano hasta quinto curso y luego estudió viola con su abuelo, actualmente es miembro de la Orquesta de la Universidad de Barcelona; agrupación amateur, en la que toca como primer viola; profesionalmente es licenciada en Biblioteconomia y Documentación y es la bibliotecaria del Museo de la Música de Barcelona.
Dejemos este apasionante mundo y vayamos a otros estadios. ¿Cómo definirías el momento actual de la isla?
De preocupante; falta el "genio" de aquella gente que en el siglo XIX y principios del XX fue capaz de hacer un producto competitivo y por supuesto de gran calidad y plantarse en París o Nueva York y abrir un mercado; hoy la sociedad civil sería incapaz de alumbrar un Ateneu, un Orfeón Mahonés, un Fomento de Turismo e incluso la propia Orquesta Sinfónica, hoy existe una casi total dependencia de las subvenciones que han mermado aquel potencial humano; la filosofía del "pedir" priva de la fuerza creadora y emprendedora que antaño tuvimos… Demasiada dependencia y poca creatividad.
Inevitablemente hemos de hablar de crisis. ¿Te duele España?
Me duele, sobre todo porque la crisis económica es solo la punta del iceberg ya que lo que subyace bajo ella es el gran problema actual no sólo de España, sino mundial, el de la crisis de valores y sin ellos difícilmente podemos aspirar a construir un futuro mejor.
Pero algo habrá que hacer, no podemos conformarnos y esperar un "milagro". Por lo que te pregunto: ¿Ves alguna solución en el tema económico?
Me imagino que debe haberla pero para mí no pasa por rebajar los salarios ni recortar el poder adquisitivo, más bien soy partidario de racionalizar el consumo y no pensar únicamente en los beneficios. La forma más directa de colapsar el consumo es la pérdida de valor adquisitivo, de nada servirá fabricar más barato si el potencial mercado de consumo está por debajo de el límite del precio del producto y la consecuencia directa de ello es la parálisis del sistema productivo. Cerrar los balances en positivo, objetivo de los economistas, pasando por encima de todo, debe corregirse; dicho objetivo no puede primar sobre otras prioridades porque todo tiene un límite y existen urgencias que deben ser solucionadas ya. Y también es una falacia que el incremento del beneficio es infinito.
Nos hablan de la necesidad de amortizar el déficit pero, ¿a coste de qué?
Puede que con "sangre, sudor y lágrimas" aunque me temo que con esto no será suficiente; lo que sí considero imprescindible es revisar determinadas formas aplicadas hasta el presente como pueden ser el excesivo afán consumista o la concesión de créditos sin los avales preceptivos como puede ser el tener un trabajo fijo o unos ingresos estables y "asegurados"; medidas las hay aunque todos deberemos "apretarnos el cinturón" y acomodarnos a vivir según las posibilidades reales.
Pero tanto tú como yo y otras muchas personas, apostamos por otras "medidas".
Efectivamente, sobre todo por recuperar la ética y el sentido crítico; sin unas pautas éticas en el comportamiento individual y colectivo, acompañadas de un análisis crítico, difícilmente podremos solucionar los problemas que acomplejan a toda la humanidad. El planeta Tierra, por sí mismo, es capaz de generar los recursos suficientes para todos, aunque estos deben ser administrados con un talante más humano y menos egoísta.
¿Qué opinas sobre el retrasar la edad de la jubilación hasta los 67 años?
Si es una norma generalizada puede sea una solución para contribuir a "recargar" las arcas de la Seguridad Social aunque yo no la considero como tal por ello, y dejando aparte ciertas profesiones o actividades en las que prime el intelecto sobre la capacidad física y de las que no es bueno prescindir de la experiencia, siempre valiosa y poco considerada, la medida de prolongar la edad de la jubilación puede provocar un tapón que imposibilite el acceder a un puesto de trabajo a las jóvenes generaciones.
En cierto momento has mencionado la "filosofía de las subvenciones". ¿Lo ves como un "mal" generalizado?
Desde luego que sí, incluso el sector privado en ocasiones juega con dos barajas, una cuando se trata de beneficios, otra cuando habla de pérdidas en que exigen ayudas o compensaciones lo cual, a mi modo de ver, carece de lógica porque todos debemos estar a las verdes y a las maduras.
Volviendo a la música, a tu mundo. ¿Existen suficientes infraestructuras?
Dejando aparte la red de centros educativos, de la que ya hemos hablado, considero que, en relación a la dimensión geográfica y demográfica de Menorca, en conjunto sí son suficientes.Ahora bien, lo que me produce vergüenza ajena es que el teatro des Born esté como está, Ciutadella merece recuperar este espacio; creo que tal situación está en vías de solucionarse. Si algo echo en falta es un auditorio polivalente en el sentido de aforo, es decir, que permita diversas actividades, especialmente musicales de distintos formatos que no requieran espacio escénico-teatral, ya que hoy día, la mayoria de actividades no tienen otro espacio que los teatros o alguna sala polivalente que no siempre se ajusta a sus necesidades. En el haber, también, contamos con el órgano de Santa Maria (por emblemático) y toda la red de recuperados o nuevos que se está tejiendo en la isla, esto es positivo y muy importante.
Como colaborador y socio del Orfeón Mahonés, ¿cómo valoras su trabajo?
Muy positivamente; la labor que lleva adelante la sociedad, gracias al esfuerzo y voluntad de un grupo de gente abnegada, es digna de encomio; lo lamentable es que carece del reconocimiento y apoyo social que se merece aunque ello se debe a que, en buena medida, se ha perdido aquel sentimiento orfeonista de antaño; el espíritu de entrega y sacrificio en aras a un ideal.
Estás en una edad ideal para sumergirte en la política. ¿Te seduce?
No creo que tenga el carácter adecuado para ser político; creo en la política pero hay cosas que deberían ser revisadas porque hay actuaciones inadmisibles; posiblemente sería deseable que la ciudadanía se interesase más por ella, pero yo y dentro de las coordenadas actuales no resultaría "políticamente correcto".
Con tu esposa, con Lali, habéis formado una familia estable y con unas connotaciones un tanto singulares, te lo digo con la sinceridad de un amigo. ¿Existe algún secreto?
Todos y ninguno, lo que sí te diré es que me siento orgulloso del modelo de convivencia que entre los dos hemos creado y que hemos intentado trasmitir a nuestros hijos; sin duda será parte de nuestro legado.
Y ahora, en éste instante de "luz, paz y tiempo", ¿qué le pides a la vida?
Larga vida en salud, para seguir aprendiendo a vivir.
Obscur espai exterior/ insostenible i nu/ que m'ha ferit per indiferent/ No vull ser/ vull sentir que sóc/ fins que surt en silenci/ l'angoixa continguda. (Sara Guasteví "Per què, Charlie Brown).