La Escuela de Adultos Joan Mir i Mir de Maó plantea reducir la extensa oferta educativa que ofrece año tras año, en el supuesto de que a medio plazo no cuente con unas instalaciones adecuadas a las necesidades del profesorado y alumnado. "Hace 15 años que reclamamos unas nuevas instalaciones, todo han sido promesas, pero ya no podemos esperar más", aseguró ayer la directora del centro, Alejandra Marín.
La directora del "Joan Mir i Mir", Alejandra Marín, ha señalado que el centro sólo pretende disponer de unas instalaciones con el espacio imprescindible para llevar a cabo su labor. "Sólo queremos unas nuevas instalaciones cuanto se construya el nuevo centro de la Vía de Ronda. Hace seis años se acordó que iríamos al centro de Sa Graduada, pero también estaríamos encantados de ir al nuevo colegio", asegura.
Marín recuerda que la oferta de la Escuela de Adultos contempla Educación Secundaria para personas adultas, acceso al ciclo formativo de grado superior, acceso a la universidad para mayores de 25 años, enseñanzas iniciales, lengua catalana, curso de preparación para oposiciones, formación profesional y oferta complementaria, entre otros. La actual saturación de alumnos ha obligado a convertir la sala de ordenadores, la biblioteca y la cocina en aulas para dar clases. El recorte de las diferentes disciplinas que el centro se plantea para su adecuación al espacio afectaría a la oferta no reglada, por lo que sólo se mantendrían la Educación Secundaria y las enseñanzas iniciales.
Marín recuerda que el 14 de diciembre de 2004, el entonces delegado territorial de Educación, Manuel Monerris, junto con los inspectores Elvira Badía y Llorenç Petrus, anunciaron en el transcurso de un claustro extraordinario de profesores del centro la construcción de uno nuevo para el colegio de Sa Graduada y que en el edificio de este centro se ubicaría la Escuela de Adultos. Dicha información fue expuesta por el entonces director del centro Marc Genestar en el Consell Escolar extraordinario celebrado el mismo día. Por ello, Marín rechaza las afirmaciones del conseller del PP, Simón Gornés, de que el traslado de Sa Graduada se aprobó de forma unilateral, puesto que se decidió durante el Govern balear del PP y, además, todas las partes implicadas estaban de acuerdo.
Marín expresa su indignación por este cambio de postura y acusa al PP de ser "oportunista, electoralista e incoherente" en una mera estrategia para conseguir votos. Por otra parte, considera que el Centre Viu tampoco respeta el acuerdo alcanzado hace unos años sobre el traslado de Sa Graduada, a pesar de que "no pretendemos enfrentarnos con ellos, porque compartimos un mismo objetivo, que es el de conseguir una educación de calidad".
Elevada matrícula
El centro educativo "Joan Mir i Mir" tiene en la actualidad una matrícula de 2.549 alumnos, la mayoría de ellos residentes en Maó y otros procedentes de Alaior, Es Castell y Sant Lluís. La directora del centro Alejandra Marín subraya que los alumnos del centro representan el 8,4 por ciento de la población de Maó, uno de los porcentajes más elevados de España, según publicó la memoria de 2009 del Consell Escolar de las Balears.
Anteproyectos y preacuerdos
Alejandra Marín ha señalado que en febrero de 2000 el Ayuntamiento de Maó ya transmitió al Govern la falta de espacio que padecía la Escuela de Adultos y su predisposición a ceder un solar para la construcción de un centro. Al mismo tiempo, el grupo del PP en el Consell presentó una moción en la que defendió una nueva escuela de adultos. En junio de 2001, la Asociación de Educación de Personas Adultas entregó unas 2.600 firmas reivindicativas al delegado territorial de Educación, Eduard Riudavets. En octubre de 2008, Consell y Maó presentaron un anteproyecto del equipamiento y, seis meses después, firmaron con el Govern un preacuerdo para construir el centro. En junio de 2004, EM expresó su temor por la pérdida de 600.000 euros, procedentes de los fondos europeos FEDER, para la Escuela de Adultos.