41 familias o lo que es lo mismo 134 personas en situación de riesgo o exclusión social se beneficiaron el año pasado de los avales de Cruz Roja para alquilar una vivienda dentro del Programa Llars que lleva a cabo la entidad humanitaria conjuntamente con el Consell. Tras valorar la situación personal de cada usuario que solicita ayuda, Cruz Roja realiza en estos casos una labor de mediación entre las familias necesitadas y los propietarios de viviendas. Para facilitar la firma de contratos de alquiler y evitar la reticencia de los caseros, la entidad humanitaria ofrece una garantía de un año al propietario en caso de impago del inquilino propuesto.
Precisamente, Cruz Roja y el Consell firmaron ayer un convenio de colaboración para el desarrollo del Programa Llars por un importe de 51.000 euros, 15.000 más que el año pasado. Esta cuantía se destinará en su mayor parte a sufragar los gastos administrativos, la contratación de seguros y un servicio de orientación jurídica, según informaron ayer el conseller insular de Ciudadanía y Familia, Esteve Ferrer, y el director de Cruz Roja de Alaior, Sebastià Ametller.
En 2009 se gestionaron 41 viviendas, once más que el año anterior, y en total se beneficiaron 134 personas en su mayor parte de origen español. Sólo una de las familias atendidas por este servicio hizo uso de la garantía al no poder afrontar los pagos mensuales. El alquiler medio osciló entre los 440 euros (600 el máximo y 250 el mínimo). Precisamente, la crisis que afecta al sector inmobiliario y por tanto la mayor disponibilidad de pisos de alquiler en la Isla a un menor precio, así como los cambios experimentados en relación a la población inmigrante residente en Menorca, obligará el próximo año a introducir algunos cambios en el Programa de Llars, según anunció el conseller Esteve Ferrer. Esta iniciativa fue puesta en marcha por primera vez en 2002, año en el que se beneficiaron 68 personas y se gestionaron once viviendas.