Proyecto Hombre Menorca renovó ayer el acuerdo de colaboración con el Consell Insular, el Obispado y los ocho ayuntamientos menorquines para continuar con el desarrollo de los programas de atención a personas drogodependientes en la Isla. El convenio esta dotado con una aportación anual de 55.649 euros y tiene una vigencia de cuatro años, la misma que el anterior.
El presidente balear de esta organización de carácter social, Bartomeu Català, agradeció una ayuda que representa, dijo, el 53 por ciento del presupuesto de la entidad en la Isla. "Está en la línea de nuestra idea inicial de obtener el 50 por ciento a través del apoyo público y el resto de aportaciones de la sociedad civil", señaló. Català hizo hincapié en el espectacular incremento experimentado el año pasado en el número de personas atendidas por este servicio y que representó una media diaria de 597 personas, 44 personas más al día en relación a 2008. En total Proyecto Hombre Balears atendió el año pasado 2.181 personas con problemas de drogadicción. "La crisis está repercutiendo en los más débiles y parte de ellos son las personas con adicción" subrayó Català, quien advirtió que la drogadicción es tan sólo la punta del iceberg de un problema más amplio, cuyas causas, como entidad social, están obligados a buscar.
Por su parte, el presidente del Consell, Marc Pons, destacó el compromiso social de la entidad y la "excelente" labor realizada en la Isla. Pons también resaltó el trabajo conjunto de Proyecto Hombre y el Consell en el servicio insular de drogodependencia.
El obispo, Salvador Giménez, agradeció en nombre de la Iglesia la preocupación de la entidad por las personas necesitadas y ofreció la "máxima colaboración" del Obispado, en este caso, a través de Caritas, "para servir a las personas que sufren".
Proyecto Hombre atiende actualmente en Menorca 70 personas, sin contar las que están alojadas en las unidades terapéuticas de recuperación de Palma, y las familias afectadas que reciben apoyo.