Han transcurrido ya dos meses desde que Aina Rado accediera al cargo de presidenta del Parlamente de les Illes Balears. La socialista, que entró en escena para ocupar el puesto de Maria Antònia Munar después de que ésta entregara su acta por las acusaciones de presunta corrupción, visitó ayer Menorca para hacer entrega de los premios de dibujo y redacción "Un Parlament per Tots", y de paso hablarnos de su nueva etapa.
Al hilo de su visita para dar a conocer la institución que preside a los más jóvenes, ¿cómo se construye un Parlament para todos?
Creo que precisamente con los esfuerzos de todos. Y eso es lo que quiere fomentar este concurso. Tengo la confianza de que poco a poco lo vamos construyendo. Es cierto que en esta Comunidad que tenemos, con un territorio tan discontinuo, resulta un poco más complicado que en otras regiones, y por eso quizás los esfuerzos que debemos hacer han de ser más grandes. Es importante que todos pongamos algo de nuestra parte y creo que, evidentemente, al final lo conseguiremos.
La clave de alguna manera pasa por la educación de los más jóvenes, pero a veces el ejemplo de los mayores en el Parlament no resulta muy edificante…
Considero que dentro del Parlament se dan determinadas actuaciones no son buenas y dan mal ejemplo. Pero también hay que tener en cuenta que, por otra parte, es un lugar de discusión en el que todo el mundo puede plantear sus ideas, sean del color que sean. Eso sí, siempre escuchando lo que dicen los otros y respetando a quien habla. Si se cumplen esas premisas, todo el mundo puede expresar su opinión, y eso es bueno. Sí es cierto que determinadas situaciones se han de intentar erradicar, pero en general opino que en el Parlament de les Illes Balears no va por mal camino.
Sin embargo, Balears ha sido, especialmente durante los últimos meses, el punto de mira por culpa de la corrupción. ¿Hace falta regenerar la vida política? ¿Qué papel ha de jugar el Parlament en ese reto?
Efectivamente, la corrupción es una cuestión que nos afecta mucho a todos y no hace bien a nadie. Es evidente que se ha de regenerar la vida política, pero a parte de eso es necesario que la sociedad haga incidencia en unos valores que en estos momentos no están tan valorados, si se me permite la redundancia. Creo que valores como el esfuerzo y la solidaridad habrían de ser prioritarios para la sociedad. Si así fuera, creo que también la clase política se convertiría en un reflejo de esa sociedad.
¿Considera que los ciudadanos han perdido la confianza en las instituciones?
Efectivamente, los casos de corrupción hacen que las personas pierdan la ilusión y la confianza. De todas manera, creo que no es bueno eso que se suele decir de que "todos son iguales y hacen lo mismo"; eso no es cierto. Dentro de todos los partidos hay personas honradísimas y que trabajan con todo el ánimo de mejorar la vida de la ciudadanía, y por lo tanto no es justo que se ponga a todos dentro del mismo saco; tanto en la derecha como la izquierda hay personas que son intachables. Incluso diría que le 98 por ciento de las personas trabajan en ese sentido y dedican parte de su vida a la cuestión pública precisamente para intentar mejorar la vida de la ciudadanía.
Hace prácticamente dos meses que accedió al cargo de presidenta del Parlament. ¿Cómo está siendo la experiencia?
He de reconocer que yo ya tenía una cierta experiencia al ser anteriormente vicepresidenta, por lo que hay muchas cosas que no me resultan nuevas. Sí que es cierto que es muy diferente, ya que el nuevo puesto tiene una carga de representación muy importante que no tenía antes. Es un cargo que a veces afrontas con preocupación, porque uno se pregunta si estás a la altura de las circunstancias. Al principio te entra un poco de vértigo, pero con un poco de esfuerzo y la ayuda de mucha gente saldremos adelante…
El clima político se ha enrarecido en los últimos tiempos y resta un año para las elecciones. ¿Queda tiempo para sacar adelante proyectos?
Hay que tener en cuenta las cosas que se han hecho y todavía no se han visto; y durante los últimos tres años se ha sacado adelante mucho trabajo: se han aprobado muchas leyes y se han puesto en marcha muchas iniciativas. Lo que ocurre es que, efectivamente, los temas de corrupción, que son más mediáticos, han tapado un poco las otras cosas que se han hecho. Espero que durante este año que nos resta los asuntos de corrupción puedan quedar dentro de su ámbito, que es el judicial, y con ello no estoy diciendo que no se persigan todas las situaciones en las que se produzcan irregularidades, pero sí que es necesario que sean más evidentes todas las actuaciones positivas que se llevan a cabo. Sin ir más lejos, me refiero a todo el trabajo que hace el Parlament, que ha aprobado muchas leyes, y ese tipo de cuestiones se desconocen a nivel general. Espero que a partir de ahora se puedan dar a conocer mucho más.