En el día en que se cumplen seis años de la boda de los Príncipes de Asturias, la Casa Real, además de trabajar en la celebración de esta efeméride, está centrada también en los últimos detalles para aceptar la herencia que el multimillonario ciutadellenc Juan Ignacio Balada les legó. La confirmación de la aceptación del legado está muy próxima, según aseguran fuentes de La Zarzuela, pero hay un factor que hasta ahora no se había puesto sobre la mesa y que rompe el calendario previsto hasta ahora: la fórmula de liquidación de los impuestos.
Cuando alguien recibe una herencia, dispone de medio año para liquidar los impuestos correspondientes a la aceptación de este legado. Esto es así si la fórmula escogida es la autoliquidación, es decir, el propio beneficiario es quien se aplica el porcentaje de impuestos que le corresponden y los paga a la autoridad competente. Si la Casa Real se hubiera aplicado esta fórmula, el plazo se habría agotado. Al parecer, no obstante, desde La Zarzuela han decidido optar por otra fórmula, la de pedir a la autoridad competente en la materia, en este caso la conselleria de Economía y Hacienda del Govern balear, que realice una propuesta de liquidación. Estos cálculos son comunicados luego al heredero, que debe decidir si los acepta o no. Si es así, se liquidan los impuestos. Si no se aceptan se pueden producir alegaciones y alargar el plazo. En el caso de la herencia de Balada, parece que la Casa Real y el Govern balear trabajan conjuntamente para intentar alcanzar un acuerdo de liquidación que satisfaga a ambas partes, según informaron a este periódico fuentes próximas a La Zarzuela.
Cabe recordar en este sentido que la herencia de Balada puede quedar muy mermada por los impuestos, ya que se le puede aplicar el tipo máximo impositivo debido a la inexistencia de lazos familiares entre el fallecido y los herederos, y también al poder adquisitivo de estos últimos.
Al parecer, desde la Casa Real tienen ya muy avanzado este proceso, y se está pendiente de que la totalidad de los herederos (los Príncipes de Asturias, sus hijas y sus nietos o sus representantes legales) acepten la propuesta que actualmente está sobre la mesa. De ser así, el comunicado mediante el cual la Casa Real ofrezca los detalles de la aceptación de la herencia será, como parece, inminente. Cabe recordar, en este sentido, que el empresario menorquín Juan Ignacio Balada Llabrés dispuso en su testamento que la mitad de su fortuna se destinara a la creación de una nueva fundación que sirviera a los intereses generales. La otra mitad del legado se debía repartir, a partes iguales, entre los Príncipes, sus dos hijas y sus seis nietos. Don Felipe y Doña Letizia ya comunicaron poco después de ser designados herederos que la parte que les correspondía a ellos de manera nominal se destinaría a fines sociales.
Así, a día de hoy ya es prácticamente seguro que un 60 por ciento de la herencia, después de liquidar los impuestos, se destinará a fines sociales. Falta saber cuál será el destino de la parte que les corresponde a los menores de edad.
La fundación será de nueva creación, pero ligada a otras
La fundación a la que Juan Ignacio Balada quiso destinar la mitad de su fortuna será de nueva creación. Así lo confirmaron ayer fuentes de La Zarzuela, ante el rumor de que esta parte de la herencia pudiera canalizarse a través de alguna de las dos fundaciones que los Príncipes ya tienen en marcha. La más conocida es la Fundación Príncipe de Asturias, famosa por los premios que concede de manera anual a personalidades destacadas del mundo del deporte, cultural, de la comunicación y la concordia, entre otros.
Menos conocida es la segunda fundación que arrancó hace algo más de un año, la Fundació Príncep de Girona. Esta entidad, persigue, según sus estatutos, una doble misión. Por un lado, apoyar la formación y desarrollo de los jóvenes como medio para potenciar la capacidad de las nuevas generaciones de construir una sociedad mejor y más solidaria. Por otro lado, este ente pretende trabajar con los colectivos sociales más vulnerables.
Ninguna de estas dos fundaciones será el destino total de la parte de la herencia que Balada quiso destinar a una fundación. No obstante, desde la Casa Real no descartan que la nueva entidad que se cree, atendiendo las últimas voluntades de Balada, tenga alguna conexión con las dos fundaciones ya existentes, con tal de optimizar los recursos. Para ver el resultado final, habrá que esperar a conocer la concreción de la herencia, algo para lo que, parece, no falta mucho.