Sin tiempo que perder, un nutrido grupo de voluntarios de Cruz Roja de Alaior se afanaba ayer en preparar los lotes de alimentos básicos recién llegados procedentes del excedente de producción de la Unión Europea para ser repartidos entre cerca de una veintena de entidades colaboradoras de la Isla. En total 23 toneladas de alimentos que antes del día 14 de este mes deberán ya estar en su destino como los locales de Caritas en Es Castell, Sant Lluís y Alaior, la Parroquia del Carmen, la de Sant Francisco de Asís y en todos las dependencias de Cruz Roja en la Isla, entre otros lugares. Desde hace varios años, Cruz Roja se encarga en toda España de gestionar el reparto de la ayuda del excedente comunitario y en esta ocasión, Cruz Roja de Alaior, es la responsable de distribuir los lotes en la Isla.
Arroz, pasta, cereales, azúcar, leche, harina, cacao soluble, leche infantil de continuación, queso y galletas, hasta completar una docena de alimentos diferentes contribuirán a paliar en parte la necesidades básicas de numerosas familias en la Isla. Ésta es la primera de las remesas de alimentos de este año procedente de Europa (suelen llegar tres hasta completar unas 68 toneladas) y como las anteriores apenas permanecerá algún tiempo en las estanterías de las entidades sociales. La crisis ha provocado un incremento de la demanda de ayuda del 80 por ciento y desde hace tiempo las organizaciones de carácter solidario con circuitos de ayuda establecidos han dado la voz de alarma ante el rápido crecimiento del número de familias en circunstancias de precariedad económica en la Isla.
José Robles, coordinador de Cruz Roja en Alaior, y que ayer dirigía el reparto de palés de alimentos para toda la Isla, es testigo de esta avalancha de peticiones. "A nuestro local viene gente de Menorca, peninsulares y extranjeros de todas las edades. Hay de todo incluso muchas parejas que han perdido el trabajo y que tienen niños", explica.
La recesión está poniendo a muchas personas en contacto por primera vez con estas redes de apoyo social y recurrir a la caridad tampoco es fácil, el orgullo lleva a muchos ocultar su desesperada situación, según relata Robles. "Algunas personas vienen al local con maletas en lugar de bolsas para que la gente no pueda ver la comida. Últimamente viene gente de Alaior de la que no te esperas que tengan una situación de necesidad pero lo debe estar pasando mal porque llegan a nosotros derivados de Servicios Sociales", señala.
En la localidad de Alaior este departamento dependiente del Ayuntamiento se encarga de centralizar las demandas de ayuda de las familias y después de ser estudiadas se derivan a Caritas y Cruz Roja para recibir la atención requerida. "De esta forma se evitan duplicidades y conseguimos que la gente se lleve realmente lo que le corresponde", indica el coordinador de Cruz Roja de Alaior.