Cala Teulera, una zona del puerto de Maó que gestiona directamente Autoridad Portuaria de Balears (APB) y en la que está permitido el fondeo de tránsito, se convierte en cuanto empieza el buen tiempo y más en los meses del verano, en punto de atasco marítimo y en alternativa más que temporal para algunos navegantes que eluden costearse un punto de amarre. Es la denuncia realizada por empresas que se dedican a actividades turísticas en la bahía, como las golondrinas, que en ocasiones tienen dificultades para sortear los yates y barcas en las proximidades del Canal de Sant Jordi, y que reclaman más control de los fondeos en la cala y, en general, de los usos que existen en el puerto.
Autoridad Portuaria sin embargo descartó ayer que se haya constatado un incremento de las embarcaciones fondeadas en Cala Teulera en este inicio de temporada, algo que sí es habitual en los meses de julio y agosto aunque, según el ente gestor del puerto, siempre bajo regulación y control periódico por su parte.
En espera
Cala Teulera es una zona abrigada en la que fondean embarcaciones que no disponen de espacio para el amarre en las instalaciones existentes en el puerto, aquellas que están de paso o que entran para refugiarse; también es lugar habitual de muchos usuarios de yates y barcas que amarran en Maó y que optan por no salir del puerto y fondean para disfrutar de una jornada de baño y relax en el mar. La vigilancia de Autoridad Portuaria se extrema en las proximidades del canal de tráfico marítimo, para que éste no se vea entorpecido, según señalaron fuentes del organismo.
Una versión que no es compartida por Eduardo de la Cruz, patrón del catamarán "Don Joan", que realiza excursiones por el puerto en el que, asegura, en los meses de verano "te puedes encontrar de todo", desde personas que se arriesgan a nadar o practicar actividades subacuáticas a embarcaciones que navegan a una velocidad que resulta peligrosa para otros barcos, debido al oleaje que provocan, ya que, añade "los sábados y domingos no hay control y el resto de la semana sólo se vigila por las mañanas".
El problema para este empresario náutico es "el tapón" que afirma se genera en el Canal de Sant Jordi y la estancia en la zona de embarcaciones que fondean incluso meses.
No hay un límite de tiempo para los fondeos de tránsito, según informó Autoridad Portuaria, pero sí unas tasas que se aplican a las embarcaciones de fuera, no a las que ya amarran en Maó, por fondeo mediante medios propios, y que son de 0,052020 euros por metro cuadrado del barco y por día natural o fracción de día; además, los usuarios deben pagar 0,8493 euros por metros cuadrado por siete días de fondeo en concepto de la tasa de señalización marítima.