Ir al Museo de Ciencias Naturales de Madrid para entrevistar a su director, don Esteban Manrique Reol, es uno de esos gratos placeres que de tarde en vez se disfruta en esta industria de escribidor.
Para entrar al amplio despacho del director del emblemático museo madrileño, hay que pasar antes, y a mí se me antoja como un anticipo de lo que el Museo Nacional de Ciencias custodia, ante un elefante tan entero como verdadero, una pareja de leones, linces, etc., naturalizados por expertos taxidermistas.
Nada más cruzar las primeras palabras de saludo con la secretaria de don Esteban Manrique, abrió éste la puerta de su despacho y salió a recibirme con un cálido saludo de una acogedora cortesía que anticipaba la exquisita cordialidad con que iba a transcurrir la mañana en el despacho del hombre que rige y dirige el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Usted, don Esteban, viajó con el vicedirector de colecciones de este museo, don Jorge Miguel Lobo, a Menorca. ¿Conocían la isla?
Sí...yo personalmente conocía Menorca por haber ido con mi familia de veraneo.
¿Qué le ha parecido Menorca?
Bueno, a lo que fuimos específicamente fue a ver el Museo de Binissuès y conocer personalmente a sus creadores, los hermanos Carreras Torrent, aprovechando para celebrar unas jornadas en torno a los museos, con la grata presencia del Institut Menorquí d'Estudis y demás personas de la sociedad científica y cultural.
De Menorca puedo no obstante decir porque la conozco, que tiene un atractivo fundamental en lo bien que tiene conservada su naturaleza.
Entonces el motivo del viaje, ¿ha sido...?
El motivo ha sido la valoración de las colecciones de Binissuès. De hecho, cuando Miguel Carreras se pone en contacto con nosotros, hace ya unos meses, pues vimos que la primera opción de colaboración era que nosotros fuéramos a ver las colecciones del museo de los hermanos Carreras para hacer una valoración in situ.
Antes de que Miguel Carreras abriera un contacto con ustedes, ¿tenían alguna información sobre el Museo de Binissuès?
No, ninguna. Los museos privados suelen tener una difusión muy local.
¿Le ha gustado el edificio donde está ubicado?
Precioso, está francamente bonito.
¿Qué le pareció el entorno?
Fantástico, inmejorable. Además con esa vegetación tan genuinamente menorquina, acebuches, encinas y tal. Muy mediterráneo y muy bien conservado.
¿Qué le pareció la diversidad del museo?
La diversidad es muy interesante y en cuanto a insectos es francamente grande. Me llama sobre todo la atención la cantidad de especímenes recogidos en la propia Menorca. Además no se limita a un tipo de especimen sino que recoge pequeñas poblaciones en un número más o menos grande, y eso es fundamental, es muy positivo para la investigación, no solamente para lo que es la parte museística y expositiva de los insectos.
¿Entonces podríamos afirmar que su fondo de 70.000 artrópodos prestigian este museo?
Desde luego que sí... desde luego que sí. Pero sobre todo la representación de Menorca; los artrópodos que tiene de Menorca es lo más interesante, lo más valioso.
¿Qué le ha parecido la muestra o colección micológica?
Bueno, hay que partir de la base que no es una colección, puesto que se trata de reproducciones, pero eso sí, reproducciones en barro muy fieles que están magníficamente conseguidas. Son estupendas pero no es lo que yo llamaría una colección en si, pero sí que es un elemento de uso educativo y didáctico muy bueno, muy bueno.
¿Cuál ha sido la colección más atractiva para usted de Binissuès?
Los insectos de Menorca, sin duda porque los insectos del resto del mundo dicen muy poco científicamente aunque digan mucho como aporte didáctico, son muy interesantes en ese sentido, pero poco como elemento científico pues se limitan a un par de ejemplares por especie. Entonces, nos interesa mucho más la representación de Menorca, que es de un valor que permite el estudio científico por su calidad y cantidad de ejemplares. Una representación muy completa y valiosa.
¿Qué opinión le merece que este museo sea la obra de dos hermanos?
Una opinión muy positiva. Yo creo que el que una persona tenga una idea y la ponga en práctica es digna de elogio. Y cuando la idea es crear un museo estamos ante un trabajo muy complejo...que dos personas que no solamente se limitan a amontonar en cajas más o menos bien colocados los insectos, sino que los estudian, los nombran, lo hacen bien, lo hacen muy bien, estudian, consultan expertos... es que esto realmente es encomiable, o sea que no se limitan a tener insectos sin más.
Permítame una acotación para decirle que hablamos de autodidactas don Esteban.
Sí, sí, sí. ¡Pero qué autodidactas! Es que no ponen los bichos en una caja, es que nos dan toda la información y aparte de la información científica, nos dan los datos de recolección en Menorca, ellos añaden sus datos de recolección, dónde, qué año, dónde los han encontrado. Todo eso es fundamental, es una información suplementaria pero sumamente valiosa.
¿Le sorprende que los hermanos Carreras sean los descubridores, por decirlo de una forma coloquial, de algunos escarabajos y mariposas no citados por la sociedad científica menorquina?
No me sorprende porque son personas que se han tomado muy en serio su actividad. Quiero decir con esto que no han ido a coger las cosas que les gustaban, han ido a por todo, con metodología ordenada y se han dado cuenta que dentro de ese todo había insectos que ya se creía que habían desaparecido en Menorca o lo que es más meritorio, que nunca se habían citado antes, que eso es lo que tiene de interesante y muy valiosa la capacidad de recolección de los hermanos Carreras. Y es que han ido a por todo, no han ido solamente a por la mariposa, no han ido solamente a por este tipo de escarabajo. Han recolectado todo lo que fuera artrópodo y por tanto su colección representa muy fielmente a la diversidad zoológica o artrópoda de Menorca.
¿Qué le falta al Museo de Binissuès?
Le falta un poco de mejores condiciones. La parte alta, lo que correspondería a los porches o desván, está... bien, pero le falta un poquito de condición. Con el tiempo, por las altas temperaturas, podrá mostrar problemas. Hoy día el uso de productos químicos para evitar las plagas es desaconsejable pero claro, yo entiendo que un acondicionamiento idóneo para un museo privado requiere una inversión enorme que luego no es posible recuperar con las entradas de las visitas.
Dicho lo que le falta, dígame don Esteban qué le sobra.
No le sobra nada...yo creo de verdad que no le sobra nada. Está muy bien explicado todo, es muy didáctico y está muy bien expuesto...no...no le sobra nada y además el museo se integra muy bien en el otro museo, lo que corresponde a la casa histórica que muestra las costumbres y elementos típicos de un tiempo ya vivido. Está muy bien esta muestra de lo que era el aspecto social y es muy interesante que se muestre al público este otro aspecto. No, no le sobra nada...le falta indicación, le falta publicidad, le falta que incluso el menorquín vaya a visitarlo, no solamente el visitante foráneo. Faltan programas educativos con el ayuntamiento de Ferreries, con las entidades locales de la Isla.
Don Esteban, esa es una era en la que llevo tiempo trillando, llevo tiempo diciendo que Menorca no puede ser, no debe ser sólo una oferta de sol y playa. La gastronomía menorquina, la antropología y la cultura didáctica del placer de pasar una mañana para ver lo que atesora el museo de Binissuès, debería formar parte de lo que entre otras cosas ofrece Menorca al visitante. Los estamentos político- administrativos deben implicarse para coadyuvar al mantenimiento y promoción del Museo de Binissuès.
Yo creo que sí, naturalmente que sí. Deberían colaborar muy estrechamente porque Menorca está claro que no es hotel y playa. Estoy completamente de acuerdo con usted. Menorca tiene un atractivo fundamental en su naturaleza y buena parte de su turismo lo es con tendencia ecológica. La gente va a Menorca no sólo para ir a la playa, que playas las hay en muchos otros sitios. Soy de lo que piensan que la gente va a Menorca porque es una isla que se conserva muy bien, casi en un estado primario en algunos de sus rincones más bien conservados. En otros sitios el turismo, lamentablemente, ha terminado con su naturaleza y este Museo de Binissués es una muestra, no sólo de lo que había, si no afortunadamente de lo que aún tiene Menorca.
¿Qué paralelismo hay entre el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid y el de Binissuès?
El paralelismo más importante es la intención de coleccionar, no por el hecho de coleccionar en sí, sino por el hecho de propiciar la investigación, conocer la diversidad biológica y por supuesto utilizar este conocimiento para hacer difusión de lo que se tiene y promover la responsabilidad sobre su conservación. Yo creo que éstos son elementos paralelos entre ambos museos.
¿Podría darse en un futuro algún tipo de colaboración entre ambos museos?
Seguro que sí... seguro que sí. De hecho ya estamos iniciando una pequeña colaboración con relación a una serie de escarabajos recogidos por los hermanos Carreras y que para el vicedirector, Jorge Lobo, que es un experto, le han parecido francamente interesantes. Seguro que habrá colaboración entre ambos museos.
¿Volverá usted a Binissuès?
Sí, seguro que sí. Espero que sí, me gustaría. Claro que sí.
Don Esteban, ¿alguna pregunta que debería haber hecho o alguna anécdota?
¡Hombre! Una anécdota bien curiosa es ver cómo una iniciativa privada, como es Binissuès, tiene mejores fondos aunque solamente me esté refiriendo básicamente a los artrópodos, aunque también en otros tipos de fondos, que otros museos, considerando que no tienen ayuda institucional y si la tienen es mínima; poco personal colaborador, basado todo el trabajo especialmente en los hermanos Carreras y el apoyo privado de Carlos Salord.
¿Binissuès es homologable con otros museos?
No conozco museos privados de este tamaño y características. No sé con mis antecesores, pero conmigo ha sido el único museo privado que ha tenido la gentiliza y la iniciativa de ponerse en contacto con el Museo Nacional de Ciencias Naturales y por tanto, a partir de ahora, este museo sí que forma ya parte del conocimiento del Museo Nacional de Ciencias Naturales y seguro que se dará alguna interrelación.
Con estas últimas palabras finalizamos la grata conversación con el director del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, Don Esteban Manrique Reol, a quien en nombre del diario "Menorca" agradecemos que nos concediera esta entrevista.