Tres décadas de reivindicación vecinal han dado su fruto, "las palabras sobran" y hay que dejar paso a las máquinas. Así se expresó ayer el alcalde de Ferreries, Josep Carreres, durante el acto simbólico de colocación de la primera piedra de la variante. El lugar elegido fue el kilómetro 26 de la carretera general, apenas unos metros más allá del lugar donde el 29 de enero de 2006 "bajo la lluvia" un centenar de ferrerienses colocó otra simbólica primera piedra para protestar y pedir a las administraciones implicadas en el proyecto del desvío la búsqueda de una solución urgente.
Algunos de aquellos vecinos participaron con satisfacción en el acto oficial celebrado ayer, aunque no escondían cierta desconfianza. "Hoy culminamos muchos años de trabajo, pero hasta que no vea las máquinas no estaré tranquilo. Nos han mentido tantas veces...", comentó el vicepresidente de la Asociación de Vecinos de S'Enclusa, Llorenç Marqués Pons. "No ha sido una lucha vacía, ha servido para algo", apostilló Francisco Riudavets, otro de los vecinos, quien al igual que Marqués, remarcó que la variante no restará vida al pueblo, en respuesta al temor expresado por algunos colectivos sobre las consecuencias negativas que el desvió tendrá para la actividad comercial. "Lo que quitará es el peligro" espetó. "Si seguimos dando calidad, no hay por qué tener miedo a que la gente no entre en el pueblo", insistió el vicepresidente de la asociación, cuya "histórica y cívica" reivindicación recogió ayer los elogios de buena parte de las autoridades presentes en el protocolario acto. Asistieron los presidentes Marc Pons y Francesc Antich, el conseller de Movilidad, Damià Borràs, la consellera de Turismo y Trabajo, Joana Barceló, representantes de la constructora Ferrovial, de asociaciones empresariales, vecinales, del Partido Popular y varios regidores, diputados y senadores, entre otras personalidades. En la urna que simbolizaba la primera piedra se introdujo el acta del día, varios periódicos, entre ellos el "Menorca", la "Revista de Ferreries", el proyecto de las obras, monedas y unas abarcas del número 33 hechas a mano en esta localidad. Tras el simbólico acto de ayer se da inicio a una obra largamente reivindicada por Ferreries y, en general por toda Menorca, que permitirá con una inversión de 24,7 millones de euros solucionar buena parte de sus problemas de tráfico y seguridad al reducir el número de vehículos que circulan por el centro de esta ciudad.
Manifestación sindical: La visita inesperada al acto
El acto de colocación de la primera piedra de la variante de Ferreries, tuvo ayer una visita inesperada. Una decena de sindicalistas pertenecientes a Comisiones Obreras, interrumpieron con silbatos y bocinas el discurso que en esos momentos ofrecía a los asistentes el presidente del Govern, Francesc Antich. Al frente de los manifestantes se encontraba el secretario general de CCOO en Menorca, Ramón Carreras, quien sujetaba junto a sus compañeros una pancarta con el lema "No a los recortes salariales y sociales. No a la congelación de las pensiones".
Carreres aclaró que el sindicato no se manifestaba en contra de la variante, sino contra unas autoridades políticas "cómplices" de las reformas laborales aprobadas por el Gobierno de Zapatero "que alargarán la crisis y perjudican a los trabajadores".
Los sindicatos calientan motores para la huelga general del 29 de septiembre y no descartan repetir la misma acción en nuevos actos oficiales con presencia de autoridades políticas.