Resignación con algún indicio de satisfacción. Éstas eran las sensaciones que se desprendían ayer de los agentes sociales y económicos de la Isla tras la reunión explicativa sobre el contenido exacto del Plan Director de Equipamientos Comerciales de Menorca que el próximo pleno extraordinario aprobará de forma inicial.
La reunión, que contó con representantes de la Agrupación Menorquina de Comerciantes de Menorca, sindicatos, GOB, CAEB, PIME, Fomento del Turismo, Asociaciones de Vecinos y comerciantes en general, entre otros, sirvió para que el equipo redactor del documento, encabezado por el coordinador del plan y economista Marçal Tarragó y el director del equipo multidisciplinar, Josep Manchado, dieran a conocer el contenido para posteriormente establecer un debate con el sector.
En dicha reunión, Comisiones Obreras reflexionaba sobre la dotación de plazas de aparcamiento según la superficie útil del establecimiento solicitando mejores condiciones en materia de movilidad como es el caso del aparcamiento para empleados. También se puntualizó sobre aquellas empresas que ya tienen derechos adquiridos con un emplazamiento que actualmente sería ilegal. En este caso, el Plan Director Sectorial marca la posibilidad de traspasar, vender o reformar, pero prohíbe su ampliación.
Algunos de los agentes sociales y económicos de la Isla se mostraban ayer conformes con el nuevo plan de comercio y a la vez que resignados ante la legislación europea a la que se deben acoger y que "no hay más remedio que aceptar", aseguraba el presidente del Fomento, Nicolás Bordoy, quien comenta que no se puede impedir el establecimiento de ningún negocio. "Esta libertad en tiempos de crisis es ilógica", apuntaba y hacía un símil con el sector de la restauración indicando que en Menorca hay 462 restaurantes sin contabilizar la planta hotelera y 41.000 sillas. "Si todos abrieran en temporada de invierno, tocaría una silla por cada dos residentes". Con ello Bordoy remarcaba que Menorca no necesita un plan de ordenación comercial sino una reorganización de las condiciones para abrir un negocio. Algunos de los presentes coincidían en resaltar la situación a la que se verán abocados algunos establecimientos que ya tienen licencia para abrir en una superficie de 800 metros cuadrados, por ejemplo, "cuando ahora este plan permite la apertura de establecimientos de hasta los 1.500 metros en polígonos". Otros aseguraban, a falta de estudiar con atención las directrices del plan de comercio que "el beneficio de unos es el perjuicio de otros", a la vez que anunciaban que condicionará la demanda de cara al futuro porque "Menorca carece de expansión demográfica, mas al contrario, pierde cuota de mercado, perdemos población y las necesidades también van disminuyendo".
Desde la Agrupación Menorquina de Comerciantes anuncian que el próximo martes se celebrará una reunión para estudiar con atención el documento y avanzan que se presentarán alegaciones al respecto. El presidente Joan Serra, asegura que "insistiremos en que no se impida la apertura de negocios en los polígonos", puesto que "hace mucho tiempo que los polígonos dejaron de ser industriales para convertirse en zonas de servicios". Serra sigue argumentando que el Plan "favorece a los grandes establecimientos que vengan de fuera y no ampara al pequeño o mediano comercio de la Isla que decida ampliar su negocio".