Cinco años después del proceso de regularización extraordinaria de inmigrantes, el colectivo de residentes extracomunitarios en Menorca se mantiene estable en torno a los 9.000 ciudadanos, el 60 por ciento de la población extranjera de la Isla, cifrada por la Dirección Insular de la Administración General del Estado en 15.687 (datos cerrados en 2009 con un incremento de 540 personas respecto a 2008).
La crisis económica no ha provocado un retorno significativo de inmigrantes a sus países de origen, según las estadísticas de extranjería, aunque sí ha frenado las solicitudes de permisos iniciales, fundamentalmente los vinculados a la petición de mano de obra, ya que las ofertas de trabajo han caído en picado. No obstante, el saldo final de 2010 en cuanto a población inmigrada se espera que sea positivo "pero más equilibrado y en bajada", según ha señalado el director de la Administración central en Menorca, Javier Tejero.
La regularización masiva de extranjeros llevada a cabo en 2005 ha repercutido en un fuerte incremento del número de peticiones de residencia de larga duración, que se conceden a aquellos inmigrantes que llevan cinco años en España y han pasado las sucesivas renovaciones de la tarjeta de residencia.
Este tipo de expedientes de larga duración o permanentes suponen el grueso de los trámites de extranjería realizados en la Dirección Insularen 2010, con un total de 1.300 solicitudes hasta este mes de agosto, de un total de 1.900 procedimientos administrativos entre renovaciones, peticiones de arraigo, reagrupaciones e inscripciones de hijos.
En cuanto a la vía de regularización de inmigrantes más habitual en Menorca es la del arraigo social -en la que se tiene que demostrar la permanencia en España durante tres años-, seguida de la vinculación familiar con un ciudadano comunitario, la de reagrupación y las de hijos de residentes o los nacidos ya en el país. Las solicitudes de permisos por arraigo laboral son prácticamente inexistentes, ya que durante este tercer trimestre las ofertas oficiales reclamando mano de obra extranjera son sólo dos: médico y técnico naval.
En paro
El Gobierno estudia cómo modificar el reglamento de extranjería a una nueva realidad, consecuencia de la crisis, la de muchos inmigrantes que han perdido el empleo, han agotado la prestación del paro y carecen de una oferta de trabajo para adjuntar a su solicitud de renovación del permiso de residencia.
Según Tejero, estos extranjeros extracomunitarios se quedan en una situación difícil de resolver, de precariedad, pero no es un problema que afecte especialmente al colectivo en Menorca, ya que en éste son más numerosos los que cuentan con tarjetas de larga duración. "Los que están potencialmente en peligro son los inmigrantes que no llevan aún cinco años y deben renovar su tarjeta y demostrar que tienen un empleo", ha asegurado. La pérdida de la residencia afecta al titular de la tarjeta y a su familia.
En cuanto a las solicitudes resueltas en la Isla, un 86 por ciento son favorables al permiso de residencia, de modo que, con datos cerrados a 18 de mayo de este año, de un total de 1.321 peticiones se concedieron 693 tarjetas, se denegaron 95 y fueron archivados 21 casos. El resto se siguen tramitando.