Un año después del robo con violencia que conmocionó a los propietarios de Truvi, el centro de jardinería ha vuelto a ser objeto de un intento de robo. Sucedió el domingo, sobre las once de la noche. Un grupo de al menos tres encapuchados accedió al interior del establecimiento, rompió el sistema de alarma y registró el local en busca de dinero. Los ladrones iban con la cara cubierta, utilizaban linternas para guiarse en la oscuridad e iban equipados con utensilios para actuar. No obstante, el local carece de caja fuerte, por lo que los ladrones se marcharon sin conseguir su objetivo y sin tocar las monedas que había en la oficina. Los asaltantes no se apropiaron del género y tampoco causaron destrozos. A diferencia de otros robos que ha padecido el centro de jardinería, los ladrones ni siquiera intentaron forzar las máquinas expendedoras de bebidas y aperitivos que se encuentran al lado del parque infantil.
Los hechos han quedado registrados por las cámaras de vigilancia, que precisamente fueron instaladas por los propietarios después de la experiencia del robo con violencia del año pasado.
Fuentes de la familia explican que el domingo el centro cerró sus puertas a las 14 horas, con el descuido de que no se conectan las alarmas. No fue hasta el lunes, al día siguiente del asalto, cuando los propietarios se percataron de que el sistema de seguridad estaba destrozado. Entonces decidieron ver las cintas de las cámaras de vigilancia. El visionado de los hechos causó estupor en la familia y reabrió el susto del violento episodio que vivieron el año pasado.Los propietarios de Truvi presentaron ayer una denuncia ante la Guardia Civil de Es Mercadal por el intento de robo. Las cintas de vídeo serán una prueba fundamental para esclarecer los hechos.
La manera de proceder de los encapuchados hace sospechar a los propietarios del centro de jardinería que la autoría del intento de robo puede corresponder a una banda organizada. Los empresarios han remitido un comunicado en el que se muestran indignados "por la poca seguridad en Menorca" y consideran que este caso no puede calificarse de hecho aislado. Tras su experiencia, consideran que "Menorca ha dejado de ser una Isla tranquila donde nunca pasa nada".
Una investigación sin cerrar
Fue a principios de julio del año pasado, cuando el matrimonio fundador del centro de jardinería Truvi sufrió un brutal robo con violencia en su residencia, Calafi Vell. Los asaltantes causaron al propietario fracturas de cúbito y radio en el brazo izquierdo y la rotura del bazo, a consecuencia de los golpes.
El suceso causó consternación y la familia tuvo que superar la conmoción. Días después del suceso, la Guardia Civil detuvo a Oussama M. como uno de los presuntos implicados en el asalto. El juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciutadella ordenó el encarcelamiento del único detenido.
Según informa el director insular de la Administración General del Estado, Javier Tejero, Oussama M. sigue en prisión preventiva en el centro penitenciario de Palma. No obstante, la investigación apuntaba a otros dos implicados en el asalto que no han sido localizados hasta la fecha, con la hipótesis de su fuga de la Isla. Sin embargo, Javier Tejero afirma que la investigación policial seguirá abierta hasta que no se cierre el caso.