El calor se ha apoderado estos últimos días de la Isla con temperaturas que han rondado los 30 grados. La primera quincena de agosto ha sido inusual, más fresca de lo que es habitual, con días de viento norte que han refrescado el verano, con jornadas nubladas y con alguna lluvia. Ahora el mes más caluroso del año recupera su fama en la recta final.
El fin de semana ha sido especialmente caluroso, con un bochorno intenso. Las playas se han llenado de gente con el objetivo de buscar el fresco. Según la delegación territorial en Balears de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el sábado se registró en Maó una temperatura máxima de 30,2 grados y de 30 grados en Ciutadella. Los datos de ayer por la tarde ofrecían 29,3 grados en el Aeropuerto y 30,01 grados en Ciutadella.
Xavier Cladera, meteorólogo aficionado y colaborador de AEMET, explica que la situación de sur ha contribuido a aumentar la temperatura. "Desde el pasado jueves, día 19, a diario hemos alcanzado los 30 grados, con noches consideradas tropicales al sobrepasar los 23, 24 y 25 grados junto a niveles altos de humedad", explica. Una situación que la semana pasada propició la alerta amarilla por "rissaga" en el puerto de Ciutadella.
A pesar de que las temperaturas han rondado los 30 grados, la sensación térmica que hemos tenido los menorquines ha alcanzado los 34 y los 35 grados, incluso más. Según Cladera, esta situación se produce con la coincidencia de altas temperaturas y humedad elevada.