Con el objetivo de agilizar las tramitaciones de expedientes y hacer frente a la farragosa burocracia, el presidente de la Comisión Balear de Medio Ambiente, Ramon Orfila, en colaboración con representantes de la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) y los cuatro consells insulares han alcanzado un principio de acuerdo para cribar y disminuir el número de proyectos e informes que llegan a este organismo ambiental dependiente del Govern.
Según comenta Orfila, la Comisión acumula actualmente sobre la mesa 840 expedientes, y sólo 130 de ellos se encuentran en tramitación. El problema es que alrededor del 90 por ciento de las cuestiones e informes municipales que llegan a la Comisión no requieren este procedimiento, con la consiguiente pérdida de tiempo por parte de los técnicos que podrían trabajar y avanzar en la resolución de otros temas, la desesperación de los promotores que ven como sus proyectos se paralizan en una farragosa burocracia y la consiguiente pérdida de miles de euros. A éstos se une la presencia en la Comisión de otros informes y proyectos antiguos, cuyos promotores desistieron hace tiempo de proseguir la tramitación, pero que continúan siendo estudiados por algún técnico al no comunicar oficialmente aquellos su renuncia.
Servicios jurídicos
El acuerdo alcanzado aún debe concretarse en un documento para su fácil interpretación final por ayuntamientos, consells y promotores privados. Los servicios jurídicos de la comisión trabajan ya en este sentido y el borrador podría estar listo en las próximas semanas. En este documento quedarían reflejados los criterios a seguir, las normas de funcionamiento, un listado de cuestiones cuya remisión a la Comisión sería innecesaria e incluso sugerencias para posibles modificación de la Ley. "Vivimos en una comunidad autónoma en la que tememos posiblemente una incontinencia normativa y como legislador que he sido tengo parte de culpa. Hacemos una ley que luego modificamos en un decreto al que añadimos una nueva normativa que al final en su conjunto dificulta la interpretación y en ocasiones resulta hasta contradictorio", explica al respecto Ramon Orfila mientras relata que muchos temas pasan hasta tres veces por la Comisión hasta que esta emite un informe favorable.
"La FELIB ya propuso hace tiempo un bloque de propuestas para modificar algunas leyes sin afectar a las exigencias ambientales, con el fin de agilizar la tramitación de proyectos en la Comisión", añade. No hay que olvidar que antes de presidir la Comisión, Orfila fue representante de la FELIB en este organismo ambiental y además alcalde de Es Mercadal, por tanto perfecto conocedor de la materia y en más de una ocasión parte afectada por la demora en la resolución sobre algún proyecto municipal.
Orfila reconoce que la Comisión se ha visto obligada a menudo a archivar expedientes porque la propia Administración, a través de alguna dirección general (Recursos Hídricos, Salud, Industria...) no ha cumplido los plazos a que está obligada por ley para emitir una resolución. En su opinión no tiene ninguna razón de ser castigar a un particular o incluso un Ayuntamiento cuando la culpabilidad en este caso recae en la propia Administración. Por este motivo Orfila aboga por un cambio de la ley donde la normativa y la Administración estén al servicio del ciudadano. "En más de una ocasión hemos declarado alguna cuestión de urgencia para que no se pierda una subvención, hemos simplificado trámites reduciendo plazos o hemos celebrado alguna comisión con carácter extraordinario porque somos nosotros quienes estamos al servicio de los ayuntamientos, de los consells y de los particulares", señala.
"La Comisión balear ha sido un tapón para muchos expedientes y dejará de serlo. Estoy comprometido en esta cuestión", espeta al mismo tiempo que resalta el "admirable capacidad de trabajo" que los técnicos y asesores jurídicos de la Comisión para dar salida a los expedientes, así como la destacada labor desarrollada por su predecesor en la presidencia de la Comisión Balear de Medio Ambiente, Josep Giménez Serra.