La noticia de la posible reapertura de la discoteca Tonic ha dado mucho que hablar en Son Vilar. El hecho de que la sentencia haya sido favorable para los propietarios del local contenta a aquellos que desean contar con un espacio más de ocio en la zona. Sin embargo, algunos residentes están esperando reunirse con el Ayuntamiento de Es Castell para conocer qué se va a hacer al respecto y si se va a recurrir la decisión judicial.
Precisamente, la teniente de alcalde Irene Coll fue quien, junto a su equipo de gobierno, decretó la clausura de Tonic en 2006 cuando ella ostentaba el cargo de alcaldesa.
Coll ha declarado que no va a valorar la situación hasta que todo el equipo se reúna con el abogado para analizar la sentencia y asegura que la resolución de cierre resultó una cuestión muy desagradable para ella en su día. "El conflicto entre la discoteca y los vecinos lo heredamos, porque hacía años que había quejas. Nunca se quiso perjudicar al negocio. Fue una cuestión muy complicada dadas las circunstancias. Este tipo de decisiones son muy difíciles para un alcalde".
Coll asegura que se tiene que respetar la sentencia y que habrá que seguir el camino que marque la ley. "A nosotros lo que nos preocupa es el derecho al descanso de los vecinos y la economía del Ayuntamiento. A mí me gustaría que se llegase a un acuerdo, que todos pusiésemos de nuestra parte. Respetando el bienestar de los residentes, con una vigilancia adecuada y una hora de cierre prudente, yo no estaría en contra de que Tonic continuara con su actividad, ya que el local estaba destinado a un público adulto que necesita de estos espacios. El problema viene cuando el local permanece abierto pasadas las cuatro de la madrugada".