Hay personas que bajo su caparazón de aparente seriedad poseen un sentido del humor y una fina ironía que desconcierta a todos cuantos desconocen esta realidad. Ricard Simó Comas, que arribó a Menorca hace de ello 45 años, posee todas las connotaciones habidas y por haber para ser considerado un "modelo perfecto" de dicho tipo de personas, pero en él hay más, hay un especial "culto" a la amistad y al compromiso de querer ser "puente" en una sociedad cada vez más desunida, cada vez más impersonal.
Me imagino que tendrás argumentos para demostrar tus raíces "culés". ¿Dónde naciste?
En Barcelona, en la barriada de Gràcia, junto al campo del Europa; por tanto "culé" de pura cepa.
De los de Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón.
Y de otros muchos pero recuerdo a aquella mítica delantera que Joan Manel Serrat inmortalizó en su canción.
¿Con cuántos años llegaste a Maó?
Con 15, arribé aquí en el año 1965 y a bordo del "Mallorca", un barco que debes recordar e incluso añorar.
Al "Mallorca" y a otros muchos como el "Ciudad de Ibiza", con personajes tan entrañables como "Kubala", o el encargado del bar, y el "Ciudad de Algeciras", pero sigamos, ¿conocías la Isla?
No, nunca había estado en Menorca pero mis padres se trasladaron a vivir a Maó y yo me vine pero con retraso y de una forma un tanto "extraña".
Aclara este extremo.
Yo era el menor de tres hermanos y cuando mis padres decidieron venirse para acá yo no quise acompañarles, preferí quedarme en Barcelona… Mis amigos, mi ambiente, en fin todo e incluso mis dos hermanos estaban de acuerdo con mi decisión hasta el extremo de que habían programado que yo viviría un trimestre en casa de cada uno de ellos, ambos iban a contraer matrimonio, y los dos restantes trimestres me alojaría en casa de sus respectivos suegros que me apreciaban como si fuese un hijo suyo… La idea no acabó de convencerme y un día, al levantarme, dije que me iba a Maó y me vine.
Tampoco quisiste estudiar.
No, preferí "currar" y como trabajo no me faltaba dada las características del negocio familiar, me dediqué a ello.
Recientemente y acompañado por una de tus tres hijas, por Marina, has realizado un viaje que yo califico de "retorno al pasado".
Estuve en Castellans (Lleida), el pueblo de mi padre y visité a los familiares que todavía siguen viviendo allí; fue un viaje muy emotivo y pude enterarme de que en mis primeros años, cuando iba a visitar a la abuela, no era excesivamente comilón… Se ve que con los años he cambiado.
Y aquí, ya instalado, ¿cuáles fueron tus primeros pasos?
Vivíamos en Cala Partió, e iba y venía en una barca a motor desde S'Altra Banda hasta Can Reynés; por lo demás pronto me hice con un grupo de amigos y desde el primer momento trabajé con mi padre.
En el negocio familiar. ¿En qué consistía?
En Barcelona, empezaré por el principio, la empresa de maquinaria industrial y eléctrica y demás complementos que regentaba mi padre se dedicaba al mantenimiento o instalación de los bloques de viviendas que en aquellos años se estaban construyendo en la Ciudad Condal, digo instalación o mantenimiento porque la empresa instaladora no podía hacerse cargo del manteniendo, estaba estipulado así por el propio Patronato de la Vivienda, por lo que hacía uno u otro servicio; recuerdo que también llevábamos, a lo largo de todo el año, el mantenimiento del recinto ferial, la recordada "Feria de Barcelona", y otros trabajos. Otro apartado era el comercial que suministraban todo clase de maquinaria, material eléctrico e incluso utensilios domésticos e industriales, negocio muy amplio, diverso e importante que mi padre dejó en manos de mis hermanos y se vino a Maó en donde instaló un negocio similar al de Barcelona.
Me imagino que quiso desprenderse de la presión que un negocio de tal envergadura ocasiona. Y en una ciudad como Barcelona.
Sí y también porque ciertas firmas comerciales, entre ellas Siemens, operaba con una fórmula muy especial en los descuentos que aplicaban según el número de habitantes de cada población, es decir, a mayor número de habitantes las compras para acceder a dichos descuentos debían ser mayores, que en una ciudad con menos habitantes, beneficiando con ello a los negocios de "segundo nivel".
Aquí, en la tienda de Maó, junto a vosotros trabajaron…
Antonio Sintes y Miguel Sintes, dos excelentes personas, tanto a nivel personal como profesional.
Y en Cala Partió o en Salou, es decir, a S'Altra Banda des Port, con los Pons Mantolán y los Abellán constituiais la "tribu" de amigos.
Más o menos, y aunque éramos pocos lo pasábamos bien porque era una paraje idóneo para jugar y recrear mil aventuras.
Sin embargo las raíces siempre perduran y cuando en 1987 el Casal Català comenzó a caminar tú estuviste allí.
Sí, pero no fui ni fundador ni miembro de la junta; me integré como socio aunque es cierto que posteriormente accedí a la presidencia, cargo que actualmente ocupo.
A lo largo del año vuestra presencia, la del Casal Català, es constante aunque se multiplica durante las fiestas patronales de los distintos pueblos de Menorca, pero con Es Mercadal vuestra relación es muy significativa, ¿a qué se debe?
Nuestro funcionamiento es muy sencillo, al inicio del año presentamos una propuesta de las actuaciones que vamos a desarrollar, todo desmenuzado y con el coste de cada una de las actuaciones, propuesta que conocen todos los ayuntamientos y son ellos los que eligen las que desean subvencionar partiendo de ahí es fácil comprender que "quien más colabora" más actuaciones acapara, sólo esto.
Me has dicho que la Generalitat siempre se ha mostrado generosa con vuestro Casal.
Nos da todo lo que le pedimos porque conoce lo que vamos a realizar y nuestra forma de trabajar, que no es otra que "clar i net"… Recientemente y con relación a la Trobada de Cases Regionals celebrada en Es Mercadal, a todas ellas se les ha presentado fotocopias de todas las facturas y demás comprobantes tanto de gastos como de ingresos, todo perfectamente relacionado y comprobable.
¿Y aquellas actividades que se autofinancian?
Me imagino que te refieres a la Setmana de la Cuina Catalana, a la comida de "calçots" o a otras similares, actuaciones que aparecen en la relación pero a coste "cero" para demostrar que nos movemos, que es una entidad viva, en constante actividad, algo que los más de 150 socios agradecen.
La subvención "gorda" os llega de la Generalitat, y de aquí, ¿también os ayudan?
Ignoro el motivo, yo pienso que se debe a nuestra forma de trabajar, pero lo cierto es que también los organismos menorquines e incluso el Govern balear no hace oídos sordos a nuestras peticiones que, por otro lado, siempre son razonables.
Tenéis pendiente, si no recuerdo mal, una exhibición de castellers.
Efectivamente incluso está aprobada pero dado que se trata de "mover" a 180 personas, sin tenerlo todo atado, subvenciones incluidas, no podemos arriesgarnos, pero conseguiremos traerlos a Menorca ya que por sí mismo constituye todo un espectáculo de especial significado catalán.
Con cinco hijos entre pecho y espalda, la pregunta obligada es, ¿resulta difícil educar?
Pienso que no, lo que ocurre es que la complejidad del mundo en que vivimos es tanta que muchas veces estás como en medio de una nebulosa y te resulta difícil elegir el rumbo, pero a la postre siempre sale el sol y puedes orientarte convenientemente.
Tanto tú como Carmen, tu esposa, en lo que respecta a la educación, habéis elegido la libertad y el respeto como norma.
Sí, porque sin libertad y respeto nada se sustenta… De padres "tireta" hemos tenido poco, más bien dialogantes pero cada persona es como es y debo decirte que ellos, los hijos, han sido consecuentes con cuanto han visto, será que, como alguien apuntó, un ejemplo vale más que mil palabras.
Infinidad de veces hemos comentado la diferencia abismal que existe entre los chicos y chicas de hoy y los de anteriores generaciones.
Cuando yo llegué a Maó, con 15 años era, en comparación a los chavales de hoy día, un "angelet", hoy a esta edad se las saben todas; ignoro las razones pero la evolución que la juventud experimenta día a día es inimaginable, además tienen a su alcance todo un cúmulo de información a la que yo, me pongo como ejemplo, no tuve acceso.
Los tiempos cambian, como la "mili" que tú cumpliste y ellos no.
Y fui infante, primero realicé el periodo de instrucción, el CIR, en Palma y luego me vine para casa en donde curré como los buenos.
Te citaré un nombre, el de Luis Alejandre Sintes.
Para mí siempre será "mi" capitán; cuando él llegó revolucionó el cuartel y todos correspondimos apoyándole al máximo; como te digo, para mí y a pesar de sus cuatro estrellas de general, sigue y seguirá siendo "mi" capitán.
La familia Mantolán es de ascendencia unionista, sin embargo tu suegro era menorquinista, por aquello de la neutralidad tú deberías ser sportinguista pero eres un "capo" del CD Menorca. ¿A qué se debe dicha afiliación?
Cuando mis hijos estudiaban en el "Verge de Gràcia" yo cuidaba de los equipos de fútbol que luego pasaban al Menorca y yo, al dar el salto, seguí con ellos pero sin cargo alguno, "libre de ataduras"; en aquellos años el presidente era Ángel Río al que sustituyó Deseado Mercadal con el que accedí a su directiva y sigo en ella, tras su dimisión y esta vez con Ángel Río, ocupando la vicepresidencia y trabajando a gusto en una parcela que me proporciona muchas alegrías.
También aquí, en el fútbol, sigues en contacto con chavales jóvenes y puedes profundizar en su forma de ser, diferencias las hay. ¿Cuáles destacarías?
Muchísimas, nosotros vivíamos con pautas de conducta preestablecidas, trabajar, labrarte un porvenir, progresar, no vivíamos el día a día con la intensidad que ellos lo hacen, sin tantos prejuicios, sin pensar excesivamente en el futuro porque como tú, en cierta ocasión dijiste, "sin presente no hay futuro"; ellos saltan de un trabajo a otro sin nuestro apego, que empezábamos a trabajar en un determinado comercio u oficina y nos jubilábamos sin conocer otros horizontes; los tiempos actuales requieren otros hábitos, otras costumbres y te diré más, yo confío en ellos, en que serán capaces de alumbrar un futuro novedoso y fértil.
Conozco tu optimismo pero, con respecto al futuro de Menorca, ¿también lo eres?
No, porque el futuro de Menorca es preocupante, está "fotudíssim", y sin síntomas de recuperación. ¿Causas? Muchas y variadas, la principal es que o no hay un camino a seguir o no somos capaces de verlo; mucha palabrería y nada de un proyecto serio y compartido, y sin saber adónde ir es dificilísimo programar el "itinerario".
¿Hay alguna solución?
Si no la hay debemos inventarla porque tal como andamos el futuro de Menorca es sumamente preocupante; yo apuntaría, además de un proyecto serio y compartido, una puesta al día de las administraciones que comprendieran de una vez por todas que para el inversor, para el promotor el "mañana es hoy" y que proyectos presentados incluso con estudios de viabilidad no pueden quedar estancados, hay que "visarlos" con la máxima rapidez porque alguien que quiere montar un negocio, una fábrica, que dará trabajo a 28 operarios -se trata de un caso concreto que conozco- la burocracia no puede frenarlo, al contrario, darle prioridad.
Pegas y más pegas en ciertas cosas y en otras …
Suma facilidad; repetiré lo de un modelo asumible por todos, consensuado porque actualmente se trabaja a tenor de las directrices de unos pocos que no siempre son las más acertadas.
¿Cómo llevas la presidencia de la Real y Pontificia Orden de los Caballeros de Dalt Sant Joan?
Con sumo placer y mejor humor; en parte porque todos sus miembros, -alguna "gleva" siempre la hay- son buena gente y en parte porque estar entre amigos departiendo del "sexo de los ángeles", en torno a un "frugal" desayuno, es un placer de dioses.
Dicen, las lenguas de doble filo, que tu buena relación con los de "Dalt la Sala" terminará en idilio y aparecerás en alguna lista electoral. ¿Me das la primicia?
No hay primicia; mientras esté en mis cabales no me verás en ninguna lista electoral; no me apetece estar en la política, lo mío es ser un poco "puente", ser amigo de todos, poder decir las verdades cara a cara, sin ofender a nadie pero con la verdad o mi verdad por delante, soy una persona conciliadora, sólo eso y también trabajadora.
La relación que existe entre Menorca y Catalunya es de, ¿amor-odio?
No, sólo de amor, de amistad, al menos es lo que yo he encontrado y lo que personalmente persigo.
Aquel Maó que conociste hace 45 años, con respecto al actual, ¿ha cambiado?
Muchísimo, en todos los aspectos, recuerdo el "Melis-Bus", que utilizaba para subir desde "Can Reynés" hasta "dalt Mô", que al llegar a Sa Costa de Ses Voltes teníamos que bajarnos para "ayudarle" a subir la empinada cuesta, ejemplo que sirve para "dibujar" el cambio operado en toda la ciudad.
Tampoco había "carril bici" …
No seas malo, lo que pretendes es que te diga que no lo considero ni necesario ni oportuno.
Había que tirarte de la lengua… Por lo demás, poco que añadir, tal vez señalar que no te arrepientes de haber venido a Menorca porque aquí has sido y eres feliz, pero el broche final está en la pregunta obligada, ¿Qué le pides a la vida?
Salud porque con ella "se hace camino al nadar".
La mezcla de sentimientos, catalán-menorquín o al revés, hacen de Ricard Simó Comas, un santclimenter entrañable, un hombre bueno y de fina ironía.