En la madrugada del pasado domingo al lunes, una patrulla de la Unidad Nocturna de la Policía Local de Maó detectó la presencia de un coche que estaba realizando maniobras anómalas, entrando y saliendo de aparcamientos y con las luces apagadas, en el Moll de Ponent del puerto.
Una vez que los agentes procedieron a la identificación del conductor, un varón de 30 años, se observó que presentaba síntomas evidentes de estar bajo los efectos del alcohol, por lo que se intentó proceder a realizar las pruebas de alcoholemia. El conductor se negó al sometimiento de las mismas así que la Policía imputó al ciudadano como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, al igual que se le imputó la presunta autoría en un segundo delito dada su negativa a someterse a la prueba de etilometría.
En el transcurso de la realización de las diligencias que se instruyeron por estos dos delitos, los agentes constataron que, sobre el conductor, recaía una pena privativa del permiso de conducir, por lo que también se le imputó la presunta autoría en otro delito, concretamente, el quebrantamiento de condena.
Otro imputado
No fue éste el único caso de personas conduciendo bajo los efectos del alcohol. El viernes pasado, sobre las 16.45 horas, la Policía Local detectó, en el transcurso de un control en la Avenida Fort de l'Eau, la presencia de un conductor de 35 años que, al realizar la prueba para conocer el grado de alcohol, presentó síntomas evidentes, dando resultado positivo.
Como el ciudadano superó los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire respirado, fue imputado por un presunto delito contra la seguridad vial.