La compañía mercantil Immobles Quintana ha pedido a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Maó que declare nula la licencia de obras concedida a los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén para construir una piscina en su chalé de La Solana, en la zona conocida como S'Altra Banda.
La sociedad, que posee la titularidad de uno de los solares vecinos, insiste en este escrito que la licencia se ampara en una autorización que ya estaba caducada cuando se otorgó el permiso, por lo que "adolece de un vicio de nulidad radical".
En el documento, enviado anteayer al Ayuntamiento por conducto notarial, la entidad recuerda que al ejecutarse las obras en la zona de protección de la Ley de Costas se requiere, con carácter previo, la autorización correspondiente de la Administración que ostenta la competencia, que, en este caso y al tratarse de suelo urbano, es el Consell.
Según la compañía, no puede pretenderse la validez de la autorización que la institución menorquina otorgó a los cantantes en el año 2002, ya que ésta sólo tiene una vigencia de seis meses. En consecuencia, entiende que la licencia concedida al matrimonio "carecía de un requisito indispensable y necesario para su otorgamiento".
La denuncia de Immobles Quintana no se detiene, sin embargo, aquí. La propietaria de la parcela vecina de La Solana enumera, además, en su escrito una larga lista de irregularidades "administrativas y urbanísticas" que concurren, a su juicio, en este expediente.
En primer lugar, entiende que por parte de los promotores no se ha acreditado ante el Consell insular la titularidad de los terrenos. También insiste en que no se ha procedido a la agrupación previa a la licencia de las dos fincas registrales (la piscina se construye en una porción de terreno añadida al chalé de Víctor Manuel y Ana Belén, que la pareja compró el año pasado a la sociedad mercantil municipal Promocions Urbanístiques de Maó). Immobles Quintana asegura que los dos inmuebles, por separado, "carecen de superficie necesaria para su ejecución, tal como obliga la licencia".
En otro orden de cosas, los denunciantes afirman que se ha modificado la superficie natural del terreno con el fin de "enmascarar el incumplimiento de las alturas de los cerramientos". Asimismo, según esta compañía, "no consta en el expediente administrativo que, previamente al inicio de las obras, se haya procedido a levantar un acta de replanteo por parte de los técnicos municipales para delimitar correctamente la parcela". Las obras no podían iniciase, de acuerdo con la licencia, sin el acta de replanteo previa.
Artículo completo en la edición impresa del "Menorca" o puede descargarse el pdf a través de nuestro servicio de venta on-line ( pulse aquí )