Los propietarios del sector B5, la zona colindante con el dique de Ciutadella, han emitido un comunicado en el que defienden las gestiones realizadas para la urbanización de esta zona, cuyos criterios urbanísticos han despertado recelos en algunos sectores políticos y sociales. Los propietarios defienden que en la zona no se aplica ningún privilegio, y como muestra aseguran que vieron recortadas sus expectativas urbanísticas de 2.936 plazas a 456, y que les fue prohibido el uso hotelero en la zona.
Las quejas que en su día reprodujo este periódico se referían sobre todo a la posibilidad de que los promotores del B5 no tuvieran que destinar una parte de sus terrenos a la construcción de vivienda de protección oficial. Los propietarios, sin negar esta posibilidad, aseguran que esta exención viene motivada por una normativa que se ha aplicado ya en otras zonas de Menorca, como Son Parc, Playas de Fornells o Punta Grossa II.
Aseguran que la explicación legal a esta exención radica en que menos de la mitad de los terrenos se destinará a usos residenciales, y el 52 por ciento de ellos a dotaciones públicas cuya cesión es obligatoria y gratuita. Además, añaden que el Consistorio les ha obligado a ceder 5.000 metros cuadrados extra para destinarlos a equipamiento público, si bien también es cierto que en general, la normativa les permite tener que ceder solamente el 10 por cien de los terrenos en contra del 15 por ciento, algo que también despertó el malestar en algunos sectores sociales y políticos. Otro tema cuestionado era el del suministro de agua a la zona, algo que, según los propietarios, está "plenamente resuelto".
Sea como sea, los propietarios del B5 aseguran haber actuado con total transparencia y haber superado todos los filtros legales. Si a día de hoy la urbanización de la zona no es una realidad es por culpa de las administraciones, defienden.
"El proceso de recalificación se ha retrasado por la decisión de la administración en 2006 de situar la nueva zona portuaria en terrenos del B5, sin previa consulta ni información a la copropiedad". De hecho, los titulares de los terrenos colindantes del dique advierten que esta infraestructura tendrá su impacto en la nueva zona urbanística, sin definir cuál será este impacto.
En el comunicado, los propietarios califican su actitud hacia la administración de "lealtad y colaboración", al admitir la petición de la alcaldesa de cesión de 5.000 metros cuadrados, así como la reducción de sus expectativas de crecimiento urbanístico.
Niegan que ya se esté redactando el Plan Parcial de la zona, si bien esta misma semana el conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero, habló de una propuesta de Plan Parcial en la que la zona verde se ubicaba junto a la estación marítima. De hecho, los propietarios del B5 han solicitado una prórroga al Consistorio para poder disponer de un año más para la confección de este Plan Parcial.