El Govern ha aprobado subvencionar con más de 300.000 euros a cinco mataderos de Baleares para paliar los costes derivados del almacenamiento, el transporte y la destrucción de los residuos cárnicos en plantas autorizadas de la península.
Tras la reunión del Consell de Govern, la portavoz, Joana Barceló, ha explicado que la cuantía de la subvención dependerá del número de kilogramos de materiales específicos de riesgo (MER) generados en cada uno de los mataderos.
Concretamente, ha detallado que Carn Illa recibirá una subvención de 256.844 euros por 404.480 kg generados desde abril de 2009 hasta el 27 de septiembre de 2010, mientras que el matadero municipal de Ciutadella percibirá 51.723 euros por 126.464 kg generados desde el 1 de enero de 2009 hasta el 30 de agosto de 2010.
Por su parte, el matadero municipal de Manacor obtendrá una ayuda de 6.350 euros por 10.000 kg generados durante el ejercicio 2009, mientras que el matadero insular de Ibiza recibirá 5.842 euros por 9.200 kg generados desde el 16 de junio de 2007 hasta el 6 de mayo de 2010.
Finalmente, Ganaderos Agrupados de Felanitx obtendrá una subvención de 16.873 euros por 26.580 kg generados desde el 1 de enero de 2009 hasta el 28 de septiembre de 2010.
Barceló ha indicado que el Reglamento europeo (CE)1774/2002 clasifica los subproductos llamados materiales especificados de riesgo (MER) que se generan en los mataderos de animales como categoría 1, lo que supone que tienen que ser manipulados en unas condiciones especiales para evitar o minimizar riesgos para la salud pública y animal, al tiempo que deben ser eliminados en plantas autorizadas.
Así, ha recordado que en Mallorca e Ibiza no hay plantas autorizadas para tratar este tipo de material, lo que implica que tengan que ser almacenados en el mismo matadero y trasladados a plantas de la Península para ser destruidos, "con el coste adicional que esto supone para el funcionamiento normal de estos establecimientos".
Por su parte, ha señalado que en Menorca, los mataderos cuentan con hornos incineradores propios, si bien ha precisado que sus características hacen que la gestión de los MER "suponga también un coste adicional a su actividad".
Actualmente, los residuos de los mataderos se envían a un digestor de Lleida, después de que se les impidiera utilizar la planta de lombrices de Llucmajor, tras las quejas vecinales por malos olores, debido a que estaba saturada al recibir más residuos cárnicos de los que podía asumir.
Así, esta decisión provocó el pasado mes de agosto el cierre temporal del matadero de Palma, que se oponía a tener que asumir un mayor gasto para deshacerse de los residuos, al tener que trasladarlos a la península, razón por la cual el Govern ha decidido subvencionar parte de este coste.
La pretensión del Ejecutivo, según explicó en su día el presidente, Francesc Antich, es enviar durante un año los residuos a la planta de Lleida, hasta que Mallorca pueda contar en 2011 con una planta que realice esta función.