Periódicos, revistas de pasatiempos y bolígrafos se agotaron el pasado viernes de las estanterías de los comercios del Aeropuerto de Menorca, para intentar hacer más cortas las horas de espera, pero ayer la calma había vuelto a las terminales, que ofrecían una imagen muy distinta de la que presentaban en el día punta de la operación salida del puente de la Constitución. Sin aglomeraciones en los mostradores de facturación ni colas en las ventanillas de la compañías aéreas, los pasajeros que debían volar ayer pudieron hacerlo con normalidad.Algunos, como los que se quedaron en tierra el viernes, acudían para ser recolocados en otros vuelos, después de desistir de salir ayer sábado, bien porque todavía fueron muchas las cancelaciones o porque no había asientos vacíos en los aviones que despegaron. Es el caso de muchos de los viajeros que debían partir el viernes al mediodía hacia Valencia y que lo hicieron, si todavía les quedaban días festivos que aprovechar, en el vuelo de ayer a las 13,30 horas. "Íbamos a ver a la familia el viernes pasado y nos quedamos colgados, ayer ni siquiera lo intentamos, aunque ya nos avisaron de que no habría plazas, y venimos hoy -por ayer domingo-, porque si sale a tiempo aún nos merece la pena, porque volvemos el miércoles", comentaron Jordi, Carmen y Neus.
Otros pasajeros menos afortunados desistieron el sábado, al ver que se cancelaban sus vuelos (se suspendieron 35 conexiones), de pasar unos días de asueto fuera de la Isla, aún teniendo reservas de hoteles y apartamentos realizadas en ciudades de la Península u otros destinos internacionales, ya que habían perdido sus conexiones y, ante el tiempo perdido, optaron bien por quedarse en Madrid o Barcelona, si estaban entre los atrapados en El Prat o Barajas, o bien por regresar a su casa sin salir de la Isla.
Muchos de los que llegaron ayer a la terminal de salidas del Aeropuerto de Menorca lo hacían por primera vez en este caótico fin de semana para el tráfico aéreo español, con sus billetes y la esperanza de que todo hubiera pasado realmente. "Vamos a Madrid", afirmaban los integrantes de un grupo de viajeros, "vemos que tiene retraso, pero la compañía nos ha dicho que operaría con normalidad". De hecho, los vuelos de Air Europa y Spanair que debían despegar ayer con destino al Aeropuerto de Madrid-Barajas, ambos programados para las 12.55 horas, fueron los que acumularon un mayor retraso. En principio se señaló en los paneles su salida a las 13.05 horas, pero no salieron hasta cerca de las cuatro de la tarde. También acudieron al Aeropuerto aquellos que querían tramitar sus reclamaciones ante las compañías aéreas, por no haber podido volar y haber tenido que tomar transporte alternativo, que en el caso de las Islas, sólo pudo ser el barco.
Peor lo tuvieron los residentes en Menorca que el viernes se dirigían a Londres Luton. La compañía Monarch les ha informado de que devolverá el importe del billete pero no pondrá un nuevo vuelo. Si quieren viajar deberán esperar y tomar el avión del próximo viernes. Una semana perdida.