Los objetivos que llevaron a los sindicatos a la convocatoria de la huelga general del 29 de septiembre "continúan más vigentes que nunca" después del reciente anuncio de Zapatero en Bruselas de que la reforma de las pensiones que el Gobierno presentará el próximo 28 de enero recogerá el retraso de la edad de jubilación de los 65 años actuales a los 67 sin el respaldo del Pacto de Toledo. Alrededor de 120 personas convocadas por los sindicatos CCOO y UGT se manifestaron ayer por las calles del centro de Maó, en contra de este último anuncio, del recorte de derechos laborales y en defensa del bienestar y la cohesión social. En la marcha destacó la sorprendente y más que numerosa presencia de marroquíes miembros de la Asociación Tamazgha, quienes contribuyeron a mitigar el temor expresado por uno de los sindicalistas que sin rubor espetó poco antes del inicio que "en mi escalera hay más vecinos que hoy manifestantes".
La marcha se detuvo en señal de protesta ante las sedes del PSOE y del PP y no así en la del PSM a pesar de pasar junto a ella. Las pancartas, el ruido de una sirena y los silbatos de los asistentes se mezclaron con los atribulados transeúntes que a esas horas revoloteaban de tienda en tienda ultimando sus compras navideñas en los comercios del centro. El secretario general de Comisiones Obreras en Menorca, Ramon Carreras, alertó de que la reforma laboral no solo no ha contribuido a crear empleo sino que lo ha destruido y precarizado. Advirtió que la Isla ha llegado a los 7.000 parados con las medidas aprobadas por Gobierno central, el Govern y el Consell y con las propuestas del PP. "Esas medidas llevarán a la ruina al país y a la desesperación a muchos trabajadores", especialmente, dijo, a las miles de personas que perderán a partir de febrero la ayuda de 426 euros. En opinión del sindicalista el gobierno de Zapatero se está plegando a las exigencias de los mercados, mientras se recortan derechos laborales y mientras la banca sigue aumentando sus beneficios. "Están robando a la gente y el pensionazo será un atraco. Si la ciudadanía no reacciona dejaremos hipotecados a las generaciones futuras", señaló. "Si gobiernan los mercados que no han sido votados, la Constitución pierde toda credibilidad al igual que este sistema político", añadió.
El secretario general de UGT Menorca, Servando Pereira acusó por su parte a Zapatero de gobernar por decreto. "Cada vez es más radical en sus manifestaciones y el diálogo no sirve de nada", dijo al tiempo que anunció la posible convocatoria de concentraciones semanales o quincenales como anticipo de otra probable huelga general contra el pensionazo.