El presidente de Autoridad Portuaria de Balears (APB), Francesc Triay, ha declinado este lunes realizar declaraciones en relación a su imputación en la operación Mar Blau que investiga un presunto trato de favor en las concesiones de amarres del puerto de Maó a la empresa Trapsa Yates, si bien ha admitido estar preocupado por encontrarse en esta situación.
Tras la reunión del Consejo de Navegación y Puerto de Maó celebrada esta mañana en las dependencias del ente público en el Moll de Llevant, Triay ha comparecido ante los medios de comunicación para dar cuenta de los detalles del encuentro aunque se ha negado a responder a ninguna pregunta de los periodistas relacionada con su imputación en la investigación.
"No voy a hacer ningún tipo de declaración ni de valoración en relación a mi imputación en la operación que investiga la concesión de los amarres a Trapsa Yates porque si lo hago podría incurrir en responsabilidad", ha indicado Triay, quien ha añadido que durante la reunión tampoco se ha tratado este asunto.
En relación a las declaraciones del presidente del Govern, Francesc Antich, que apuntó que no duda de la "escrupulosidad" en la gestión por parte del presidente de APB, Triay ha recalcado que valora "positivamente todas las manifestaciones favorables que he recibido, lo que no quita la preocupación de encontrarme en esta situación".
Los ingresos se reducirán un diez por ciento
Por otro lado, cabe destacar que los ingresos de Autoridad Portuaria de Balears (APB) descenderán un 10 por ciento el año próximo como consecuencia de la disminución de las tasas portuarias que marca la nueva Ley de Puertos, una normativa que entra en vigor el próximo 1 de enero.
Francesc Triay ha señalado que la bajada de la recaudación del ente público será de alrededor de 3.100.000 euros, 1.300.000 de los cuales corresponden al descenso de las tasas para embarcaciones deportivas y el resto a la disminución de las tasas del transporte de pasajeros y mercancías.
En relación al tráfico en el puerto de Maó, Triay ha hecho hincapié en la reducción de un 5 por ciento del tráfico de mercancías durante los diez primeros meses del año en relación al mismo periodo de 2009, mientras que el tráfico de pasajeros de línea regular se ha incrementado un 30 por ciento, a diferencia de Ibiza, Palma y Alcudia, donde se ha detectado un descenso importante en este sentido.
Por su parte, el presidente del APB ha remarcado la disminución del 15 por ciento en relación a los pasajeros de cruceros turísticos, que se ha incrementado en los puerto de Palma e Ibiza.
En relación a la futura entrada en funcionamiento del dique de Son Blanc de Ciutadella, Triay ha señalado la puesta en marcha de las nuevas instalaciones en la zona de Ponent supondrán una disminución del tráfico comercial en el puerto de Maó, que deberá "luchar" para impulsar otro tipo de actividades relacionadas con la náutica, la reparación de embarcaciones o los cruceros de una hasta una determinada eslora teniendo en cuenta las limitaciones naturales de la rada.