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Me llamo Susi Contreras, tengo 27 años y vivo en Maó. Estoy casada, y tengo dos hijos de diez y cinco años. Trabajo como vendedora ambulante en la parada que mi suegra posee desde hace muchos años. En mi tiempo libre me gusta cocinar. Soy una persona bastante sociable, por lo que me encuentro a gusto tratando a diario con la gente.
¿Cómo y cuándo empezó en el negocio de la venta ambulante?
Mi suegra, Amalia, lleva en este mundo toda la vida. Yo la empecé a ayudar con 16 años. Esto es un negocio familiar que pasa de generación a generación y que casi con toda seguridad en el futuro llevarán mis hijos.
¿Cómo es el día a día de trabajo en un mercadillo?
No paramos. Cada día estamos en un pueblo distinto. Vendemos en Maó, Es Mercadal, Alaior. Empezamos a las 7 de la mañana y terminamos pasado el mediodía. Es un trabajo duro, sobre todo en invierno, porque haga el tiempo que haga tienes que estar en la parada para atender a los clientes. El trabajo en una tienda siempre es más cómodo.
¿La Navidad es una buena época para ustedes en cuanto a ventas?
No especialmente. Y con la crisis, menos aún. La hemos notado mucho. De hecho, ha habido compañeros que han tenido que cerrar. La época en la que tenemos más trabajo es en verano. Los turistas compran bastante, a pesar de que nosotros no sabemos mucho inglés. Nuestros precios son bastante bajos, y lo agradecen.
¿Su mayor competencia son las tiendas?
Sí, ahora más que nunca. Todo el mundo está bajando mucho los precios. Y claro, la gente antes prefiere comprar en una tienda que en el mercadillo.
¿Todavía hoy hay gente que tiene reparos a la hora de comprar en un mercadillo?
No tanto como antes. Las cosas han cambiado. Ahora hay gente que compra en tiendas y boutiques y también compra en el mercadillo. Cuando empecé en esto sí que había más reparos.
¿Qué le diría a la gente para que se anime a venir al mercadillo?
Que pueden encontrar lo mismo que en las tiendas y que siempre ofrecemos muy buen trato. La gente se suele ir satisfecha.
¿Qué es lo que más le agrada de su profesión?
Lo mejor de la venta ambulante es que te permite estar en contacto con la gente a diario. En este tipo de trabajos siempre conoces a alguien nuevo. A mí se me da bien tratar con la clientela y me gusta.
¿Cómo se plantea su futuro más cercano?
Como vendedora. Es lo que he hecho siempre y lo que me gusta hacer. Además, tal y como está ahora mismo el trabajo, no hay mucho donde elegir.