El Ayuntamiento de Ciutadella ha abierto el plazo para la renovación de las tarjetas que permiten a los residentes y comerciantes aparcar en los estacionamientos de la zona verde del centro de la ciudad. Se trata de un trámite que se pone en marcha cada 31 de diciembre desde que en 2004 se implantara el aparcamiento exclusivo para vecinos del núcleo antiguo.
No obstante, el equipo de gobierno quiere dar un cambio al sistema de funcionamiento. Lo explica el concejal responsable, Guillem Bosch, quien afirma que hasta la fecha no ha habido en el Consistorio un registro actualizado con las autorizaciones de aparcamiento "verde" en funcionamiento. En un principio se calculó que podría haber en circulación unas 3.000 tarjetas para los 200 aparcamientos "verdes" habilitados, aunque el edil señala que hay que revisar los permisos que los usuarios han dejado de utilizar y los que siguen siendo usados "porque hay muchos casos en que no se ha comunicado la baja", según el concejal.
"La idea es crear un censo y actualizar todas las autorizaciones", indica. Para ello, los interesados en seguir disponiendo de las tarjetas gratuitas de aparcamiento podrán renovar las autorizaciones dentro de los próximos meses. Guillem Bosch informa que el objetivo es que el 31 de diciembre de 2011 el Ayuntamiento disponga del censo actualizado de tarjetas con el fin de implantar un sistema de renovación automática de los permisos. "Nuestra previsión es implantar un sistema de pegatinas, similar al que funciona con la ITV de vehículos, para que la renovación de las autorizaciones pueda ser automática, con un color de adhesivo diferente para cada año", señala.
De momento, las tarjetas que han funcionado hasta la fecha seguirán siendo vigentes hasta que no se dé por finalizado el plazo de renovación de los permisos.
En lo que llevamos de mes, han sido muchos los beneficiarios de las tarjetas que han acudido al registro municipal a renovar las autorizaciones de aparcamiento en zona verde.
Los 200 estacionamientos para residentes fueron implantados por el gobierno del PP en 2004 como medida para facilitar a los vecinos el estacionamiento de sus coches en un lugar próximo al domicilio, teniendo en cuenta que la oferta de aparcamientos en el núcleo antiguo cada vez es más limitada.