Iba para crack, era un virtuoso del balón al estilo del azulgrana Andrés Iniesta, pero una inoportuna lesión -como lo son todas- cortó de raíz su camino hacia el estrellato; Paco Ponsetí Andreu tuvo que replantearse muchas cosas porque para él el fútbol daba sentido a su vida; hoy, con muchas vivencias en su macuto y algunos años más, recuerda aquella etapa, que se eclipsó en el antiguo campo del CD Ciudadela.De hecho somos de la misma "cordada" y amigos de siempre de ahí que conozca tus andanzas como tú conoces las mías, pero, ¿en qué colegio cubriste tu primera etapa escolar?
En el "Fontirroig", allí compartí estudios con muchos amigos comunes, como Paco Osuna o Eduardo Victory; luego, al reabrirse el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y dada la inmediatez con el domicilio familiar, pasé a La Salle en donde estudié hasta cumplir los 14 años en que dejé de estudiar y empecé a trabajar.
Entre tus recuerdos aparece uno muy concreto relacionado con tú primer día de clase en el antiguo Colegio de La Salle.
Como recordarás el primer director fue el Hermano Pedro y en el primer día de clase sólo acudimos cinco alumnos, Goro, Dani Manent, Toni Sans y los dos Ponsetí, mi hermano Nito y yo.
Eras un buen estudiante pero tras la primera etapa escolar, a los 14 años, lo dejaste para iniciarte en el mundo del trabajo.
Diré que sí aunque yo de una forma u otra y en la panadería de mi padre, siempre trabajé pero mi vinculación al mundo laboral se inició directamente al dejar los estudios.
Repito, eras un buen estudiante.
Efectivamente, lo era, recuerdo que en el último curso, con el Hermano Juan de profesor, obtuve el número uno, pero, la vida tiene sus cosas e impone su ritmo.
Entraste a trabajar en la CNS cuando España empezaba el lento proceso hacía la normalidad. ¿Recuerdas el primer sueldo?
Estamos hablando del año 1947 y mi primera paga fue de 134 pesetas …
Con anterioridad y por proximidad geográfica te imagino jugando en "El Árbol".
Pues sí, al igual que todos los chicos de aquellas barriadas jugué infinidad de veces en "El Árbol", solar en el que se edificaría el Hospital Verge del Toro; también jugábamos en el campo de La Unión, en "San Carlos".
Pero sobre todo eras un asiduo de Acción Católica, cuyo local estaba ubicado en la calle de la Concepción.
Lo éramos, creo que así suena mejor; allí lo pasábamos de maravilla con el inolvidable pater, el padre Petrus, un hombre irrepetible.
Y al fútbol, ¿cuándo empezaste a darle en serio al balón?
Con 8 ó 10 años ya jugaba aunque en plan poco serio y fue a los 14 o 15 años cuando empecé a hacerlo en serio, en el infantil del Alcázar del que posteriormente pasé al equipo juvenil.
¿Con qué entrenador?
Había varios pero quien dirigía todo aquel entramado era Barroso, persona muy responsable y un gran entrenador sobre todo en el aspecto físico.
En cierta ocasión y en vacaciones, puesto que yo estudiaba en el Seminario, el padre Petrus me comentó que lo mejor del Alcázar, en lo que al fútbol se refería, era su cantera; sus palabras fueron éstas: "Con Mensio, (Florencio Hernández) Nando Orfila, Rafael Bisbal, Pedro Bellot y algunas incorporaciones más como la de Paco Ponsetí, un prodigio de jugador, el futuro está asegurado…"; ibas para crack, pero ¿qué sucedió?
Que la suerte se mostró esquiva; el Alcázar tenía que jugar un partido en Ciutadella, en el antiguo campo de "San Nicolás" y a última hora Pedro Morro no pudo desplazarse por hallarse indispuesto y vinieron a mi casa a buscarme; recuerdo que acababa de comer y sin pensarlo dos veces me incorporé a la expedición y, durante el partido, en un lance del mismo Diego, el que luego se convertiría en un extraordinario central, me rompió una pierna, la derecha, a la altura poco más o menos del tobillo, lesión que descubrió un tumor cuya existencia desconocía.
Sin embargo fuiste operado con resultado satisfactorio, ¿qué ocurrió?
Me operé en Barcelona y, como dices, el resultado fue totalmente satisfactorio pero yo no me sentía seguro, tenía la sensación de que la pierna no respondía como antes y sin la suficiente confianza para seguir en activo tomé la decisión de dejar de jugar.
Con una "mochila" repleta de recuerdos.
Infinidad de ellos; para mí el fútbol lo era todo, incluso creía que no podría vivir sin jugar pero, ya ves, la vida sigue y te ofrece otras alternativas; fíjate hasta qué extremo me gustaba el fútbol que los domingos, cuando íbamos a comer a Cala Mesquida, yo con los postres a medio terminar, salía corriendo para llegar al "Estadio Mahonés" y poder jugar; recuerdo que cogía el atajo de "Sant Antoni" y desde allí "amb es bot d'en Reynés" cruzar el puerto y desde el embarcadero salir "galopando" hasta la cita balompédica; no podía faltar, era mi obsesión.
¿Recuerdas el equipo base que se proclamó campeón de Menorca?
Claro; en la portería jugaba Pedro Bellot; Pedro Morro, Pedro Luis Mercadal, Federico Cardona y Tomás Vila formaban la línea defensiva, con Paco Fábregues y Rafael Bisbal por delante, era una línea media de "seca", y delante Octavio Briones, Betanzos, Nando Orfila, Antonio Pons Sans y yo.
Y a Castaños, el que fuera extremo del Real Madrid en la época de Alfredo Di Stéfano, Gento y compañía, ¿le recuerdas?
Sí y con anécdota incluida; él y su hermano, al llegar a Maó fueron inscritos en el Colegio La Salle y, en el primer recreo, su hermano se puso de inmediato a jugar con nosotros mientras que él se balanceaba en un rincón del patio, el de arriba del antiguo Colegio de los Hermanos, y yo fui hacía él y le pregunté si quería jugar, si le gustaba a lo que me respondió afirmativamente y, de allí, con paradas intermedias, hasta llegar al "realísimo".
Sin embargo y con todo lo que el fútbol representaba para ti no llegaste a vincularte a ningún Club de Maó, ¿alguna razón en particular?
Ninguna en especial, seguí yendo al fútbol pero sin ninguna vinculación excepto en una ocasión en que por mi afición al billar frecuenté el local social del Atlético Mahonés, de cuyo equipo fui el secretario, pero como una colaboración sin ningún sentido especial.
Por cierto, Deo (Desiderio Huguet) dice que jugando a "mèrvils" siempre te ganaba.
Lo dirá en plan de broma porque yo, puede que lo recuerdes, en todos los juegos era un "manitas"; Deo es uno de mis grandes amigos, una persona sensacional pero de ganarme siempre, nada de nada.
Y del billar no cabe ni hablar.
Sí, se me daba muy bien; como te he dicho en el bar del At. Mahonés jugábamos muy buenas partidas, todas ellas competidas e interesantes, especialmente con Pepe Franco, o Quique Mir, dos grandes rivales y amigos … en ocasiones y organizado por el dentista Mir íbamos a Cala Galdana, al hotel de arriba y allí disfrutábamos jugando y saboreando un buen menú; reuniones de amigos en las que lo pasábamos a lo grande.
Te has olvidado de tu título de "emperador de la doctrina cristiana".
Te las sabes todas o casi todas; este título lo conseguí en un concurso que se organizaba en las catequesis o colegios, don Enrique Cardona era quien dirigía este concurso y el alumno y la alumna que ganaban recibían el título de "emperador" y de "emperatriz", cuando yo lo gané, Milagrosa Tutzó, hermana del sacerdote don Miguel Tutzó Meliá, fue la vencedora femenina.
Recuerdo en qué consistía este concurso; pero volviendo a lo nuestro, tú, aunque debías ser unionista, siempre jugaste en el Alcázar.
Sí, incluso un tío mío, directivo de la Unión, quería que fichara por el equipo gualdiazul, pero siempre preferí jugar en el Alcázar y con mis amigos.
¿Viviste o seguiste la fusión?
Más bien la seguí aunque sin excesivo interés.
Me has contado que "tropezaste" con Joan Barceló y éste te recordó …
Que en el Mundial de Río de Janeiro, en el que España se clasificó en el cuarto puesto, un grupo de amigos fuimos a mi casa y por radio seguimos el partido en que los españoles vencieron a Inglaterra por 1-0, gol marcado por Telmo Zarra; yo había olvidado dicha circunstancia pero de inmediato la reviví.
Me imagino que recordarás el equipo base español de aquel histórico Mundial.
Anota: Ramallets, Alonso, Parra, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Igoa, Zarra, Panizo y Gainza.
Un "11" para la gloria, precursor de la "roja" que conquistó el título mundial. ¿Sigues el devenir del fútbol local?
Solo a través de la prensa, por ello no puedo darte una opinión al respecto, pero deseo que vaya progresando y "gozando de buena salud".
Me imagino que seguiste los partidos del Mundial de Sudáfrica.
Por supuesto; la tele, especialmente los partidos de fútbol, son en la actualidad una de mis aficiones básicas. Seguí el Mundial y disfruté del buen fútbol de los hombres de Del Bosque, su proeza me llenó de orgullo.
Messi, Xavi e Iniesta pugnan por el "balón de oro", ¿a quién se lo darías?
Ya sabes que soy merengue pero he de reconocer que Messi es un fuera de serie, un jugador extraordinario, sin embargo mi voto es para Xavi, un jugador de otra galaxia y un gran deportista.
Actualmente, ¿tienes alguna afición?
Pocas, salgo poco, a billar apenas juego, tele, prensa, alguna partidita de dominó y para de contar, aunque sigo manteniendo mi afición por la cocina y te sorprenderá saber que mi plato "estrella" es el "arròs de la terra".
Y las romanzas interpretadas por Carusso, ¿las sigues escuchando?
Muchísimo menos que antes pero me siguen gustando.
Sobre la juventud actual, ¿cuál es tu opinión?
Que ha sido educada de una forma totalmente diferente a como lo fuimos nosotros en que el respeto y las formas de conducta, de urbanidad, tenían una gran importancia, hoy es diferente, aunque considero que su preparación supera a la de antes, sin embargo el problema que deberán afrontar será hallar un trabajo que les satisfaga y en el que puedan desarrollar sus inquietudes.
Sí porque el trabajo no abunda pero, la crisis amainará y volverán a soplar vientos bonancibles.
Es lo que todos deseamos aunque nada será como antes en que los límites de la sensatez se sobrepasaron.
¿Sigues el devenir político?
Sí, pero como simple espectador.
¿Sabremos estrecharnos el cinturón?
Aprenderemos porque no nos queda otra alternativa como abandonar el consumo salvaje en el que estábamos instalados.
Que es como decir ser más sensatos … y a la vida ¿qué le pides?
Seguir como estoy y lo mejor para los míos.
Saber estar a las verdes y a las maduras y que el futuro depare "sort i ventura" a todos cuantos nos rodean.