Nueva Rumasa y Quesería Menorquina han acusado a Jesús Villar de crear una alarma, con una campaña mediática orquestada a base de sospechas e intuiciones, y de manipular los datos con sus declaraciones sobre la situación de la fábrica de Maó.
"Los daños causados por tan escandalosas declaraciones públicas a nadie se le escapa que son de un enorme alcance para la empresa y trabajadores. Cuando manipulan datos de esa forma las consecuencias pueden ser irreparables", aseguran en un comunicado.
Además afirman que publicar estas elucubraciones daña el buen nombre de la empresa, su credibilidad, ingresos, fiabilidad y financiación, por lo que se pone en peligro los empleos, "el bien más importante del que puede disfrutar una empresa".
El comunicado asegura que "hemos luchado, luchamos y lo seguiremos haciendo para que Quesería Menorquina y sus marcas sigan creciendo".