Las revistas y la televisión nos muestran a diario lo solicitada que está la cirugía estética en nuestra sociedad. Podemos observar los cambios en muchos personajes, las mejoras o las consecuencias de haber abusado de estas operaciones. Es algo con lo que convivimos y a lo que nos hemos acostumbrado, a pesar de que son muchas las personas que prefieren no desvelar si han pasado o no por el quirófano.
Desde hace dos años, el sector de la estética ha manifestado que, por motivos de coyuntura económica, la clientela se ha reducido en un 20 por ciento, lo que ha llevado a diferentes empresas especialistas en este tipo de intervenciones a ajustar las tarifas y ofrecer numerosas ofertas.
En Menorca existe una demanda notable de ciudadanos que recurren a la cirugía para cambiar alguna parte de su anatomía.
María Jesús Gomila, del centro Menorca Estética, asegura que las intervenciones más solicitadas por las menorquinas son los implantes de mama, la blefaroplastia (rejuvenecimiento de los párpados, tanto inferior como superior), y la liposucción.
"Hemos advertido que ahora los clientes vienen a pedir información para, posteriormente, ver cómo pueden hacer frente al gasto", explica Gomila, quien añade que el perfil de la clientela suele ser el de una mujer adulta. "Los hombres vienen menos y, cuando lo hacen, acuden totalmente convencidos de lo que se quieren hacer".
De hecho, las operaciones más demandadas por el público masculino son la otoplastia (orejas), la rinoplastia (corrección de nariz), y la liposucción, sobre todo, en la zona abdominal.
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