Los establecimientos de la Asociación Empresarial de Hostelería y Restauración de CAEB recogerán firmas entre los empresarios y usuarios de bares y restaurantes con la petición de que el Gobierno suspenda la Ley antitabaco y la flexibilice. El colectivo se suma a la campaña impulsada por la FEHR (Federación Española de Hostelería) que solicitará la anulación de una norma que consideran está causando graves pérdidas al sector.
Según informa el presidente de los hosteleros y restauradores de CAEB, Bartolomé Carrasco, la patronal pide que la Ley antitabaco se modifique en la línea de la mayoría de los países de la Unión Europea que, en contra de la prohibición total impuesta por España, han adoptado legislaciones más flexibles que dan solución al derecho a la salud, tanto de trabajadores como de los no fumadores. "Creemos que la ley es muy rígida y debe suspenderse para dar la oportunidad al consenso", dice.
Los hosteleros y restauradores de CAEB-Menorca se reunieron el lunes día 7, para, entre otros temas, evaluar la incidencia del primer mes de aplicación de la normativa. "Las pérdidas se han registrado sobre todo en pequeños bares y cafeterías", apunta. En este sentido, según Carrasco, el sector se ha quejado de que una ley de estas características haya entrado en vigor en esta época del año, cuando menor actividad tienen las empresas y con una mayor incidencia de las pérdidas. "A las consecuencias de la crisis económica se ha añadido la incidencia de la Ley antitabaco", apunta.
Carrasco anuncia también que la asociación empresarial se dirigirá a todos los ayuntamientos de la Isla para que las ordenanzas que regulan la ocupación de vía pública "faciliten a los establecimientos que puedan ofrecer terrazas cómodas a los fumadores, sobre todo en invierno".
En este sentido, se refiere a que en locales con poco espacio exterior podrían permitirse mesas altas y taburetes y la instalación de estufas o dar facilidades para que exista cobijo para los fumadores en el exterior. "Hay muchas soluciones que pueden estudiarse".
La asociación también formulará la petición al Ayuntamiento de Ciutadella, que cuenta con una ordenanza singular para el casco antiguo. "Parece que no somos de Menorca, no hay que restringir tanto o al casco antiguo lo dejaremos morir", dice.