Bernard Aucouturier es uno de los mayores especialistas en psicomotricidad y presidente fundador de la Asociación Europea de Escuelas de Formación para la Práctica Psicomotriz (ASEFOP). Su participación en la sexta edición de las Jornadas de Educación Infantil no es casual. En Menorca la apuesta por esta práctica ha convertido la educación de 0 a 3 años en un referente. Así lo considera Aucouturier, que asegura que el esfuerzo que se ha hecho en la Isla merece ser reconocido.
¿Por qué es tan importante la psicomotricidad en la educación de los niños de 0 a 6 años?
La psicomotricidad es la disciplina que estudia la relación no verbal del niño con el cuerpo y con el mundo exterior y es la calidad de esta relación la que determina la evolución del crío. Es necesario favorecer la práctica psicomotriz porque permitirá al niño expresar su mundo interior hacia el exterior. En este proceso es muy importante el juego libre y espontáneo, porque es a través de él como el niño podrá expresarlo.
¿Cuándo y cómo se empiezan a reconocer los beneficios de la práctica psicomotriz?
No se empieza a hablar de la importancia de la psicomotricidad hasta hace 40 años, cuando en Francia algunos autores comienzan a preguntarse cuál es el origen de los problemas de comportamiento de los niños si la causa no se halla en un problema neurológico.
¿Qué función tienen los juegos en la educación?
La práctica psicomotriz ayuda al niño a tener relaciones más estables en el mundo exterior. Y los juegos son muy importantes porque el juego reasegura al niño, le permite representar lo que ha vivido con los padres, las diferentes situaciones a las que se ha enfrentado. Es un aspecto muy importante en los seis primeros años de vida.
Usted habla de la importancia de los juegos de identificación. ¿En qué consisten?
Son juegos muy importantes a partir de los tres años en los que los niños se identifican con personajes como por ejemplo cantantes, bailarinas o conductores de camión. Antes de los tres años son muy importantes los juegos de esconderse o de placeres sensoriales y motores. Actividades en las que el niño agrupa y separa, encaja, alinea, destruye y vuelve a construir. Son juegos universales que son fundamentales y que luego continúan a través de fórmulas evolucionadas como puede ser la gimnasia, por ejemplo.
Los juegos libres y espontáneos son necesarios, pero ¿qué pasa con los videojuegos, pueden perjudicar el proceso de educación del niño?
Los videojuegos pueden ser un hándicap para algunos niños porque no requieren la utilización del cuerpo. En estos juegos se trata simplemente de seguir una imagen, los niños no son parte activa. Por este motivo pueden ser un peligro para chavales inseguros. Si se sitúan de forma precoz delante de los videojuegos, se apropian de las imágenes y viven las sensaciones del rol que se representa en las imágenes. A los niños con déficit de identidad, les crea una sensación de rol, pero no de su propio rol. Y esto es muy grave. Por otro lado, un niño seguro de sí mismo, que juega, habla, comunica y tiene el placer de ser, utiliza los videojuegos y esto no supone ningún drama en su vida.
¿Qué piensa del trabajo que se ha hecho en Menorca para poner en práctica la psicomotricidad?
Menorca ha puesto en marcha una tarea muy importante. Ha hecho un gran esfuerzo que hay que reconocer y apreciar. Hay que resaltar que aquí se ha puesto el acento en la etapa de 0 a 3 años. Si la educación en esta franja funciona, el niño tiene todas las oportunidades de continuar de forma correcta su desarrollo. En Menorca se ha hecho el esfuerzo de profesionalizar a todas las personas que trabajan en las escuelas infantiles. Es un acierto porque intervenir en estos centros requiere profesionalidad. Los padres confían a los niños a los maestros y por tanto han de tener la seguridad de que los profesionales con los que los dejan tienen capacidad para ayudar a sus hijos. Otro aspecto importante es tener claro que el profesional ha de desarrollar su trabajo sin quitar el espacio que pertenece a los padres.