Un improvisado cable de electricidad atenta contra la estética de la fachada de El Roser. El cableado procede del interior de la sala de exposiciones municipal y, clavado en la pared exterior, discurre hasta uno de los vértices del pórtico principal, desde donde cruza la calle hasta la casa de enfrente. Instalado de forma rudimentaria, el cable termina en unos improvisados enchufes enfrente del edificio. Todo indica que el cable ha sido ideado para proporcionar corriente eléctrica a la plazuela de El Roser, un espacio que acoge diferentes eventos culturales y actuaciones a lo largo del año.
Sorprende, sin embargo, que el cableado se haya instalado, aunque sea de forma provisional, en un edificio que está catalogado con la máxima protección en el Plan Especial del Conjunto Histórico Artístico de Ciutadella. Sorprende igualmente que el cable se haya instalado afeando las obras de restauración de la fachada de El Roser que se ejecutaron con el Plan E en el último trimestre de 2009.
Con este cableado improvisado conviven aún los hilos de luces de neón de las pasadas Navidades que se suman a la distorsión visual que causan los cables colgando de la histórica fachada.
El proyecto de reforma de la fachada incluyó la instalación de nueva iluminación para destacar la belleza del edificio, una actuación que hubiera podido incluir la previsión de dotar de corriente eléctrica el exterior del edificio para los casos de organización de eventos, con la consiguiente necesidad de iluminación y sonido. Las obras de reforma de la fachada costaron más de 200.000 euros, financiados por el Plan E. Casi un año y medio después, los sillares restaurados en la base del edificio presentan un aspecto deteriorado por la incidencia de la humedad.