La Guardia Civil capturó ayer un alijo de 22 kilos de hachís en una operación realizada en el puerto de Maó. La droga viajaba en el interior de un vehículo procedente de Barcelona, que llegó ayer a bordo del barco de Acciona.
En la detección de la mercancía resultó decisiva la intervención de Nila, la perra de raza pastor belga malinoise, de la unidad cinológica de la Guardia Civil. Su olfato levantó las sospechas de los agentes de la Patrulla Fiscal y propició un primer registro en el muelle. Al parecer, en el primer registro no se encontró sustancia alguna por lo que el vehículo fue conducido hasta las dependencias del cuartel de la carretera de Sant Lluís.
El automóvil hubo de ser parcialmente desmontado para hallar la mercancía, que venía camuflada y, por tanto, no fue advertida en la primera inspección. El trabajo de los especialistas dio como fruto la aparición de 22 kilos de hachís, según confirmaron ayer tarde fuentes de la Dirección insular de la Administración General del Estado. A la espera de que hoy se ofrezca información oficial de la operación, se ignora cuántos individuos han sido detenidos y si se trata de una acción aislada o forma parte de una red de entrada de estupefacientes a través de la línea marítima regular entre Barcelona y Maó.
Ésta es la segunda aprehensión de droga que se produce en lo que va de año, la primera fue realizada a mediados de febrero con un arrestado por intentar introducir tres kilos de cocaína también por vía marítima.