Raro es el día en que no haya una actividad programada en el club de jubilados del Esplai de Ciutadella, y es que la agenda de esta entidad está cada vez más apretada. Reconoce el presidente del club, Alfredo Moll Tur, quien lleva aproximadamente un año en el cargo, que la asociación pasa actualmente por uno de los momentos más dulces de su historia, y buena prueba de ello es el dinamismo que se respira en su sede social.
Corren tiempos de crisis para muchos, pero ésta no se nota en el Esplai, que la semana pasada celebró su asamblea general anual para pasar el examen con nota. "Problemas económicos no tenemos, más bien estamos sobrados", reconoce Moll, quien explica que las arcas está saneadas gracias a la gran oferta de actividades que ofrecen, una fuente de ingresos que permite que cada vez haya más opciones para el cerca de medio millar de personas que suelen participar en los cursos y talleres. Una de las últimas iniciativas que han incorporado, la de clases de musicoterapia para enfermos de parkinson, es de lo que más orgulloso se siente en el club.
Actividades
Desde hace años disfrutan ya de clases de gimnasia, tai-chi, yoga o baile, además de teatro, aunque la compañía se ha tomado un año sabático. Una de las últimas apuestas ha sido la de crear un club de billar, gracias al cual se han incorporado recientemente 32 personas.
En lo que a gestión económica se refiere parecen ser alumnos aventajados de sus benefactores, La Caixa. Explica el presidente que otra de las claves en el buen momento que pasa la entidad es el voluntariado. Y como ejemplo cita que han sido los propios socios los que se han encargado de realizar las obras de rehabilitación del patio interior, un espacio en el que imparten varias clases y que se ha adaptado para celebrar pequeñas verbenas veraniegas.
Pero una de las prioridades de este año ya está marcada en el calendario. El 3 de junio el club cumplirá su 30 aniversario, una celebración que se están encargando ya de preparar los responsables de un club desde el que recuerdan que son la entidad de "gent gran" más veterana de la Isla. Al frente de la misma se encuentra una junta directiva en la que reina la paridad (cuatro mujeres y otros tantos hombres) y que pretende seguir impulsado el Esplai.
Otra de las buenas noticias es que después de unos años de tensas relaciones con el otro club del municipio, el del centro Democrático Social Sa Nostra, ahora reina la paz más absoluta, que se ha traducido recientemente en la organización de eventos culturales conjuntos en ambas sedes.