Los escoltas de Menorca dieron ayer por finalizado su fin de semana de actividades con motivo de su 40 aniversario y la celebración de Sant Jordi.
A pesar de que en algunos puntos de la Isla la noche del sábado al domingo trajo una buena tormenta, la agrupación tuvo suerte, ya que en Alaior, concretamente en Son Putxet, tan sólo se vieron algunos relámpagos.
El presidente de Escoltes de Menorca, Edu López, aseguró que el encuentro se desarrolló según lo esperado. "Han asistido más de 300 personas. La gente se lo ha pasado bien y hemos disfrutado de todas las actividades planificadas".
Tal como explica López, la idea es que los niños hagan amigos, que convivan en la naturaleza y que distintos agrupamientos se conozcan.
"Haber celebrado el 40 aniversario también nos da la oportunidad de revivir los primeros Sant Jordi que festejamos, así como conocer el historial de la agrupación".
El presidente apuntó que aún no han pensado en el evento del año que viene pero en septiembre empezará un nuevo curso para el que marcar los objetivos y planificar las actividades.
La jornada de ayer contó con una visita a los puntos de interés de Alaior, así como distintos juegos para los más jóvenes.
Posteriormente, las autoridades presentes dieron la enhorabuena a los organizadores y asistentes, para proceder a la entrega de los "sombreros de Baden-Powell" al obispo de Menorca, Salvador Giménez; el conseller Joan Lluís Torres, al regidor del Ayuntamiento de Alaior, Antoni Perea, y a los diversos jefes de agrupamientos de la Isla.
Finalmente y para clausurar el fin de semana de encuentro, todos los presentes formaron un gran círculo con el fin de cantar el tradicional "És l'hora dels adéus".
Escoltes de Menorca han usado el lema "Necessitem del passat per a construir el futur", un homenaje a todas las personas con espíritu escolta.