Autoritat Portuària de Balears (APB) ha estrenado este mes una página web dedicada a los faros del Archipiélago (www.farsdebalears.com) que presenta una recorrido completo e información sobre las 34 instalaciones existentes en las Islas. Un solo portal que reúne un completo archivo con la historia, los descubrimientos, los tesoros y curiosidades de los faros, así como planos e imágenes de estos edificios.
Balears tiene repartidos faros en todo su territorio (Mallorca, Menorca, Eivissa, Formentera, Cabrera y Dragonera) y cuenta con el tercero en activo más antiguo del mundo, el de Portopí, que alberga una de las colecciones más extensas de piezas vinculadas a estas columnas de luz y a su historia. La muestra se puede ahora visitar on line, en un recorrido virtual. En Menorca se encuentran los faros de Favàritx, Maó-San Carles, Punta Nati, Illa de l'Aire, Artrutx, Cavalleria y Sa Farola.
Una completa ficha técnica e histórica permite conocer la altura sobre el nivel del mar de cada torre, el alcance de la señal que emite, su apariencia lumínica y durante el día, habitualmente con bandas negras que pueden tener, como en el caso de Favàritx, forma helicoidal.
En la consulta de cada faro, además de los datos técnicos y la historia, la web aporta fotografías, videos, audioguías, rutas e imágenes en 360 grados del paisaje que se puede admirar desde lo alto de las edificaciones.
Un oficio en extinción
La web interactiva de APB -los internautas puede aportar y subir fotos, relatos e información-, permite conocer, en la voz de algunos de sus protagonistas, los entresijos de uno de los oficios que actualmente se encuentra en extinción, el de farero.
El Cuerpo de Torreros de Faro se creó en 1851, para pasar a denominarse, en 1939, Cuerpo de Técnicos Mecánicos de Señales Marítimas. Con la Ley de Puertos y de la Marina Mercante de 1992 se extinguió este Cuerpo de funcionarios. El portal incluye un listado completo de los fareros que han trabajado en Balears, cuya vida cotidiana, especialmente en los comienzos de esta profesión, estaba marcada por la dureza de las condiciones del entorno, el aislamiento, la convivencia entre las familias o las dificultades del suministro de alimentos, llegando en ocasiones a límites angustiosos, con el azote de los temporales.
Son los propios protagonistas, los fareros actuales, los que relatan en entrevistas en video, colgadas en la web, los detalles de su trabajo. Entre otros testimonios están los de Sebastià Pons, farero de Menorca, que habla de los profesionales de hoy día, y el de Manolo Giménez, que desempeñó este trabajo durante 21 años.