La empresa Triatges Menorca, de Alaior, se encargará de manera provisional a partir de la tarde de este viernes del tratamiento de los residuos voluminosos tras el incendio que calcinó ayer jueves por la noche el almacén de la planta que hasta el momento ofrecía este servicio en la Isla.
Así lo ha avanzado en rueda de prensa la consellera de Economía y Medio Ambiente, Antonia Allès, quien ha señalado que esta fórmula pretende dar salida temporalmente al servicio mientras que se llevan a cabo las pruebas peritales en la nave quemada, ubicada en la carretera que une la carretera general y el Aeropuerto de Menorca y gestionada por Cáritas.
Por su parte los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEES) se tratarán el taller Mestral, ubicado en una nave contigua a la planta afectada por el incendio.
El gerente de la planta de tratamiento de residuos voluminosos de Menorca (TIV), Ricardo Carreño, ha remarcado que la nave contaba con un seguro a todo riesgo y que, a partir de ahora, se establecerá una hoja de ruta para dar continuidad al proyecto.
Asimismo, ha subrayado que la intención es recolocar a los once operarios que trabajaban en la planta TIV en Triatges Menorca y en el Taller Mestral aunque ha reconocido que se ha valorado la opción de que algunos de ellos pudieran acogerse a una suspensión temporal del contrato por una causa de fuerza mayor, una posibilidad que por el momento se ha descartado.
Carreño ha manifestado que todavía no se ha realizado una valoración de los daños materiales provocados por el fuego aunque ha recalcado que, según las primeras estimaciones, la estructura del edificio no está dañada ni tampoco la zona de oficinas.
"Si todo esto nos lo confirman los arquitectos y los técnicos, las consecuencias del incendio no serán tan graves como nos parecía ayer por la noche", ha afirmado.No obstante, el gerente de la TIV ha avanzado que la trituradora de la planta, cuyo coste rondaba los 300.000 euros,sí se ha visto afectada por las llamas y probablemente no podrá recuperarse.
Los Bomberos de Maó continuaban trabajando esta mañana en la nave incendiada refrescando los puntos más calientes. Asimismo, el jefe del servicio insular de extinción de incendios y de emergencias, Joan Gorrías, se ha desplazado hasta el lugar del suceso con el objetivo de iniciar la investigación que determinará las posibles causas del incendio.
"Lo primero que debemos hacer es estudiar la dinámica y la propagación del fuego para encontrar el punto de origen y establecer las posibles causas que lo provocaron", ha remarcado Gorrías, quien ha indicado que más de la mitad de la nave se ha visto afectada.
Gorrías no ha descartado que un cortocircuito haya podido ser la causa del trágico suceso aunque ha matizado que por el momento no se tienen indicios claros sobre el motivo del incendio. "No nos queremos precipitar, la fase de investigación de desarrollará con calma y analizando todos los factores para sacar conclusiones", ha aseverado.
Asimismo, el jefe del servicio insular de extinción de incendios y emergencias ha matizado que, por el momento, no hay peligro de que la estructura se desplome. "La existencia de respiraderos facilitó que las altas temperaturas y el humo tuvieran una vía de escape, lo que evitó un posible colapso", ha declarado.