El amor, la hipocresía, la superficialidad, el deseo, el arte, la diversión, el pudor, la sorpresa, la seducción, la picardía, la ambigüedad, el contraste. Los alumnos del centro "Aurore Gracient" de Ciutadella consiguieron transmitir el trasfondo de la sociedad del siglo XVII y mediados del siglo XVII con "Barroco".
El espectáculo, ideado, dirigido y coordinado por Gracient, a quien correspondían la mayoría de las coreografías, y presentado per "Art en Moviment" consiguió enganchar al público que llenó anoche el Teatro Calós.
Y lo hizo con un planteamiento, sobrio tanto en lo musical (Ivan Khanet) como en lo escenográfico (Nilda Medel)- donde la gran lámpara presidía una escena decorada con papel pintado y cuadros de reminiscencias barrocas- y con unas coreografías (Gracient, Dorian Suárez y Carla Cruells) en las que se apreció, según algunos asistentes, la progresión de los y las bailarinas de diferentes edades que actuaron en el espectáculo.
El tono clásico de "Barroco" sólo se rompió en "Portrait", donde la música clásica se combinó con ritmos de hip-hop una ruptura que el público agradeció con aplausos y silbidos. Hasta el momento, ni siquiera la aparición de los más pequeños había conseguido que la seriedad y la concentración se bajasen de las tablas.
Hubo que esperar al final, cuando todos los bailarines se reunían en el escenario, para vivir otro momento "fuera de tono", el protagonizado por los alumnos de Aurore Gracient, coreando sus nombre mientras aplaudían con fuerza.