Baleària volvió a cancelar ayer tres conexiones del fast ferry "Jaume II" por "causas técnicas" y de nuevo ofreció la opción al pasaje de embarcar en el "Martín i Soler", alargando de esta forma hasta ocho horas un viaje contratado para sólo cuatro. Esta nueva incidencia de la compañía que opera en la ruta Barcelona-Ciutadella está dañando la imagen de la Isla como destino turístico y de la propia naviera. En opinión de la directora general de Transporte Aéreo y Marítimo del Govern en funciones, Joana Amengual, la solución a los problemas del transporte marítimo con la Península pasan por la modificación del contrato administrativo de servicio público que el Ministerio de Fomento -competente en la materia- debe renovar el próximo mes de septiembre.
La responsable del Ejecutivo balear explica que desde 2007 Fomento tiene un contrato de Obligación de Servicio Público para el transporte marítimo con la compañía Acciona, que se ha demostrado claramente insuficiente, al fijar pocas frecuencias y precios muy elevados. Fomento paga a través de la Dirección General de Marina Mercante 9,1 millones por cinco años a Acciona por los servicios marítimos entre la Península y Balears, mientras que con Baleària no existe ningún tipo de contrato y además la ruta Ciutadella-Barcelona no está declarada servicio público, por tanto, esta compañía sólo está obligada en Balears a satisfacer unos requisitos "tan mínimos" que según Amengual se están cumpliendo, a pesar de las quejas y las averías reiteradas. "Fomento puede obligar a Acciona a cumplir unas determinadas frecuencias y precios, pero a Baleària no", resume la directora general.
Cambio de la normativa
Amengual recuerda que el Ejecutivo balear tiene prácticamente ultimado un decreto de frecuencias, precios, horarios, y de derechos y deberes de los usuarios relativo al transporte interinsular -del que es competente-, y que espera sea aprobado a lo largo de la próxima legislatura. Pero además explica que al mismo tiempo que el Govern tramitaba este documento, intentó pactar otro similar para las líneas peninsulares con sindicatos, patronales y cámaras de comercio, a fin de plantearlo ante Fomento como base del nuevo contrato de servicio público, sin embargo, el intento no fructificó. "Las patronales se echaron atrás y no quisieron firmar, sus razones tendrán", denuncia crítica. "La única alternativa pasa porque el nuevo contrato de servicio público del Estado que se firme en septiembre sea más protector con las Islas", subrayó.
Reclamaciones
Por otra parte, fuentes de la Dirección General de Consumo informaron ayer que en lo que va de año la compañía Baleària ya contabiliza siete reclamaciones frente a las cinco que acumuló en todo 2010. Acciona de momento no tiene ninguna, mientras que el año pasado sumó cuatro. Se da la circunstancia de que Menorca vivió el año pasado por estas fechas una incidencia similar con Baleària. Una avería en el "Jaume II", que a su vez sustituyó al "Ramon Llull" por el mismo motivo, obligó a la naviera a reubicar el pasaje en el "Martín i Soler". Entre los usuarios se extendió el rumor de que Baleària había vendido más billetes que plazas y también se recordó que la naviera estaba siendo investigada por el Tribunal de Defensa de la Competencia por "mala conducta" a la hora de fijar precios y condiciones comerciales y de servicio.