Medio centenar de personas se concentraron ayer en la Plaza Miranda de Maó para exigir un cambio de rumbo de la política económica impulsada por las instituciones de la Unión Europea. Comisiones Obreras se suma así a las movilizaciones de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en rechazo a las reformas iniciadas en mayo de 2010 y que serán consagradas en el Plan de Gobernanza Económica y el Pacto por el Euro.
El secretario general de CCOO de Menorca, Ramón Carreras, aseguró que la concentración tiene por objetivo unir la voz de los menorquines con el resto de Europa para, "con pedagogía romper con la cultura del miedo". Carreras espetó que la gente teme represalias y "si la sociedad no se manifiesta los sindicatos iremos calle por calle, empresa por empresa, barrio por barrio, a explicar que tenemos alternativas para cambiar el rumbo". Además incidió en la necesidad de poner en marcha reuniones con asociaciones y entidades locales, "con el GOB, Unió de Pagesos, 15M, Caritas, para evitar que los recortes sigan recayendo en la clase trabajadora".
Para el secretario sindical, "debemos llevar los movimientos que están en la calle a las empresas". El responsable sindical indicó que el Plan de Gobernanza desmantela el estado del bienestar y enfría la economía, "seremos más competitivos con la aplicación de más innovación, más tecnología y más derechos y no con la reducción drástica de los sueldos". Con ello, añadió que "más que en una democracia vivimos en una putocracia en la que el poder lo sustentan las fuentes de riqueza", además de lamentar que ahoguen a la sociedad al cerrar el grifo de los créditos. El acto incluyó la lectura de un manifiesto en rechazo a esta política basada en la reducción de déficits y deuda pública que repercute directamente en un aumento de la pobreza y la desigualdad social. La lectura fue a cargo de Jordi Odri quien aseguró ante los concentrados que "estoy ligeramente indignado".