La población extranjera descendió en 2010 por primera vez desde 1998, aunque lo hizo tan solo en 62 personas, según se recoge en un informe realizado por el OBSAM.
En realidad se trata de una bajada ligera, pero lo realmente noticiable es que pese a la crisis y el creciente aumento de la tasa de paro –se rondaron los 7.000 parados durante gran parte del año– la salida de foráneos ha tardado en llegar mucho más que en la Península, donde la partida masiva comenzó a producirse en 2008. De hecho fue hace tres años cuando España dejó de ser uno de los principales destinos migratorios y muchos extranjeros comenzaron a emprender el camino de regreso a casa.
El porcentaje de población extranjera en Menorca se ha multiplicado prácticamente por cinco en los últimos doce años. Del 3,4 por ciento de 1998, primer año del que se disponen datos, se ha pasado al 16, 6 en 2010, tan solo dos décimas más que en 2009. Según los estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE), a fecha de 1 de enero de 2011, el porcentaje de extranjeros en España es del 14,1, lo que implica que está 2,5 puntos por debajo de la tasa de Menorca. El informe del OBSAM pone de manifiesto que los mayores crecimientos de foráneos censados en la Isla tuvieron lugar entre 2001 y 2003, con tasas anual superiores al 30 por ciento.
Países de origen
Pero durante la última década no sólo ha habido cambios sustanciales en el número de extranjeros, sino también en lo que se refiere al lugar de procedencia. Si a finales de los años 90 gran parte de la población foránea en Menorca era de origen europeo (el 78 por ciento), y solamente el 7 por ciento de países africanos y el cinco de América del Sur, las cosas han cambiado mucho hoy día, ya que los ciudadanos del Viejo Continente solo representan el 54 por ciento de los extranjeros, mientras que los africanos suben hasta el 14 por ciento y los sudamericanos se disparan hasta el 27 por ciento. En términos generales, y visto desde otro enfoque, la población extranjera ha aumentado desde 1998 en un 559 por ciento, pero el crecimiento ha sido mucho más notable desde orígenes como África (1.174 por ciento) y América del sur (3.321 por ciento).