El nuevo presidente del Consell insular, Santiago Tadeo, anunció ayer que su gobierno ahorrará cinco millones de euros durante los próximos cuatro años en sueldos de cargos públicos y de confianza en comparación con la legislatura anterior. De hecho, avanzó que la primera medida que adoptará será reducir a la mitad, el número de direcciones insulares respecto al inicio del anterior mandato, pasando de 25 a un máximo de 12. También contará con entre dos y tres conselleres ejecutivos menos respecto a 2007.
Santiago Tadeo hizo estas declaraciones en su discurso de investidura como candidato del PP en el acto de constitución de la nueva corporación insular. Tadeo fue investido por mayoría absoluta con los ocho votos de los "populares" y la abstención del PSOE y PSM. Junto a él, también tomaron posesión de su cargo el resto de consellers; siete del PP; cuatro del PSOE y la representante del PSM.
Ante un salón de plenos abarrotado de público, entre el que se encontraba el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, el nuevo jefe del ejecutivo insular se comprometió, a pesar de tener una mayoría holgada, a gobernar desde el consenso "y para todos los menorquines" y a poner en marcha un nuevo modelo de gestión de los recursos públicos.
"Ha llegado la hora de hacer más con menos", dijo, y en este sentido subrayó que los ejes la nueva etapa política iniciada ayer serán "el trabajo y la austeridad". En consecuencia, anunció que, además de una auditoría interna y global del Consell, llevará a cabo otras auditorías en cada departamento insular "para eliminar todo el gasto innecesario y superfluo", como la utilización del coche oficial del presidente "a excepción de aquellas ocasiones del todo imprescindibles".
El nuevo presidente se comprometió a estimular la economía, dar facilidades a los inversores, reducir la burocracia, fomentar la innovación y la investigación, ayudar a los empresarios emprendedores, crear seguridad jurídica y mejorar y modernizar las infraestructuras de la red viaria. Tadeo tendió la mano a la oposición y, al igual que hizo en la campaña electoral, propuso un pacto entre las fuerzas políticas para consensuar el modelo turístico.
PSOE: Necesidad de gobiernos fuertes
Tras felicitar al nuevo presidente insular, el portavoz del PSOE en el Consell, Marc Pons, se mostró dispuesto en su discurso a llegar a acuerdos en las "grandes cuestiones" con el gobierno del PP.
"Con lealtad, con una actitud constructiva, muy rigurosa", dijo, porque en momentos de cambios "la gente también pide otra forma de ejercer la oposición" justificó.
Pons reconoció que la tarea del nuevo gobierno "no será nada fácil", "lo digo con toda humildad, desde la experiencia, consciente de la factura que hemos tenido que pagar por las equivocaciones cometidas", agregó.
Por este motivo, advirtió que en un momento de crisis, mucho más que una Administración austera, en Menorca se necesitan gobiernos fuertes que luchen por cada inversión, por cada competencia y sean valiente a la hora de tomar decisiones y no se dejen impresionar por quienes más tienen y más presión ejercen.
PSM: Más recursos y competencias
La portavoz del PSM en el Consell, Maite Salord, prometió ayer su cargo de consellera con la fórmula "por imperativo legal y sin renunciar al derecho de Menorca a decidir", colocando su mano sobre la mesa y no sobre la Biblia o sobre la Constitución como hicieron el resto de consellers.
Además, en un momento de su discurso, en el que propuso aplicar políticas que aseguren el uso y la pervivencia de "la lengua catalana propia de Balears, tal y como recoge el Estatut, como eje vertebrador de nuestra sociedad", se escucharon murmullos y alguna crítica desde el público.
Salord reclamó asimismo una financiación justa por parte del Estado y el reconocimiento de la realidad insular en relación al transporte público, como ejes fundamentales sobre los que deberá girar el crecimiento de la Isla. También reclamó las transferencia de las competencias que marca el Estatut acompañadas por los recursos económicos adecuados.