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El campo ve en la compra de Quesería una ocasión de crecer

Las organizaciones agrarias se muestran expectantes ante la nueva etapa de la fábrica al ofrecer una oportunidad para incrementar la producción de cuajada

Cuajada. Los payeses siguen entregando su producción - Archivo

| Maó |

Las organizaciones agrarias de la Isla ven en la reciente compra de Quesería por sus propios trabajadores y directivos una oportunidad para que el campo mejore su rentabilidad ya sea incrementando la producción actual de cuajada que demanda la fábrica o aumentando el número de fincas suministradoras. "Si a la fábrica le va bien, a nosotros también y si les va mejor, incluso puede que ya no sean 12 o 13 las fincas que lleven su cuajada como ahora, sino que lleguen a ser hasta veinte", resume el secretario general de AGRENA, Pau Bosch.

Bosch ve positiva la compra de la factoría porque no sólo es una garantía de supervivencia para el campo, sino una opción más donde los productores de cuajada pueden vender su producto. "Depender sólo de COINGA no es bueno", remarcó. De momento, los productores que suministran cuajada a Quesería aún no han cobrado el segundo y último pago del dinero que el Govern destinó a la factoría (500.000 euros) para que pudiera pagar a los payeses y mantener así la actividad fabril.

Para el responsable de Unió de Pagesos, Manel Martí, lo importante es que la fábrica funcione "sea de quien sea, aunque si es gestionada por gente de Menorca mejor", precisa. Martí recalca, no obstante, que para crecer y ser rentable, el campo de Menorca debe apostar por la calidad, por la diferenciación para ser más competitivo, ya sea produciendo cuajada o quesos artesanos.

En opinión del secretario general de FAGME, Pau Bosch, el paso al frente dado por los trabajadores de Quesería es beneficioso para el campo. "Si la empresa funciona y le va bien, nosotros podemos vender nuestro producto, por tanto, para el campo la compra es perfecta", explica. Sin embargo, expresa sus dudas de que la nueva aventura emprendida por la compañía quesera llegue a buen puerto. "El problema es que la empresa pueda ser viable y que las fincas puedan cobrar a tiempo", advirtió.

Por su parte, Guillermo de Olives, responsable de AGRAME, califica de "muy valiente" el riesgo asumido por los empleados de Quesería. "Si les funciona bien podrían comprar más cuajada y esto sería muy positivo, aunque todo esto está aún en el aire", comenta, al tiempo que hace hincapié en la fuerte desembolso al que han hecho frente los directivos de la fábrica, asumiendo el 51 por ciento de las acciones. Aún así, Olives se muestra crítico con la última etapa vivida por la compañía quesera de la mano de la familia Ruiz Mateos. "En Menorca se cometió un error. Si Quesería la hubiera comprado COINGA todo esto no hubiera pasado", concluyó.

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