Los ayuntamientos esperan como agua de mayo, pero en agosto, la entrada en sus arcas del importe de los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), una de sus principales fuentes de ingresos vía tributaria, aunque la mayoría no podrá destinar este dinero a realizar mejoras e inversiones en los municipios, sino a sostener su propia estructura –con el pago de las nóminas-, y a abonar deudas y facturas pendientes.
Ese es el caso de los consistorios del área de Llevant consultados, que tienen abierto el periodo de pago de la contribución y han comenzado a recaudar las cantidades correspondientes a los recibos domiciliados por los contribuyentes.
Las expectativas de ingresos varían según el padrón de fincas de cada municipio y de sus dimensiones. Así, mientras para Maó el IBI urbano supone una inyección económica de 11 millones de euros, según el Presupuesto de 2011, en Es Castell la cifra es de 2.100.000 euros, en Sant Lluís de 3,8 millones y en Alaior asciende a 3,6 millones.
En este último municipio el nuevo equipo de gobierno del PP estudia modificar la actual ordenanza fiscal e implantar una novedad en 2012: el cobro en dos plazos del impuesto, un 50 por ciento durante el primer semestre del año y el 50 por ciento restante en la segunda mitad del ejercicio. El objetivo es, según ha explicado la concejala de Hacienda, Juana María Pons, adelantar el ingreso de parte de la recaudación del IBI y "tener más liquidez".
Con la cantidad a ingresar este ejercicio, 3,6 millones de euros de IBI urbano y 21.000 euros de rústico –sobre un Presupuesto municipal de 12 millones-, el gobierno de Alaior no hace grandes planes. "Hay muchos pagos atrasados, así que no tenemos mucho margen de maniobra", ha afirmado Pons, quien añade que la recaudación se dirigirá principalmente a saldar los préstamos del Consistorio, a pagar a los proveedores y a las retribuciones de los trabajadores municipales, quienes han esperado a agosto para cobrar la media paga extraordinaria pendiente desde junio.
El Ayuntamiento de Alaior, que tiene abierto el periodo de cobro del IBI desde el 1 de julio hasta el 15 de octubre, lleva recaudados en estas fechas 1,4 millones de euros procedentes de la contribución urbana y 7.000 euros de las fincas en rústico.
Devoluciones
En el Ayuntamiento de Es Castell se espera un descenso de la recaudación del IBI de alrededor de un 30 por ciento respecto al ejercicio 2010 y se han constatado las primeras devoluciones de recibos domiciliados y un aumento de las solicitudes de fraccionamiento del pago, según ha asegurado Irene Coll, concejala de Economía y Hacienda. La campaña de recaudación finaliza en esta localidad el 15 de septiembre y hasta la fecha lo recaudado no llega al 50 por ciento del importe presupuestado, 2,1 millones de euros.
Es Castell ofrece asimismo a sus vecinos la posibilidad de aplazar el pago hasta el 31 de diciembre "para ayudar al contribuyente", ha señalado Coll, quien si bien considera que el Ayuntamiento pasa por "una situación delicada" añade que "no somos los peores, si recaudásemos todo y recibiéramos lo que nos deben el Consell y el Govern, no tendríamos retrasos en pagar las facturas". Las facturas de los proveedores son también el quebradero de cabeza del Consistorio gobernado por PP y Unió Menorquina. "Esta semana estamos preparando los pagos de facturas pendientes, por orden cronológico, porque de ello depende la supervivencia de algunas pequeñas y medianas empresas", ha afirmado Coll.
Por debajo del padrón
El periodo de pago del IBI en el municipio de Sant Lluís comenzó el 1 de junio y finalizó el pasado día 16. Según los datos proporcionados por el Ayuntamiento, la cantidad recaudada de IBI urbano, a día 23, es de 2.630.043 euros, que supone un 69 por ciento del total del padrón, ya que éste asciende a 3,8 millones de euros.
En cuanto a IBI rústico, se han recaudado 187.896 euros, cifra que supone un 68 por ciento del total del padrón (276.643 euros). El Presupuesto de 2011 del Ayuntamiento de Sant Lluís contempla unos ingresos de 309.795 euros en IBI rústico, con 838 recibos emitidos, y 3.755.298 euros en IBI urbano, con 6.920 recibos.
El alcalde de la localidad, Cristóbal Coll, ha confirmado que se ha notado un incremento de las peticiones ciudadanas de fraccionar o aplazar el pago de los recibos, en comparación con años anteriores. Y en cuanto a las prioridades en el gasto de estos recursos económicos, ha señalado que son garantizar el pago de los servicios que presta el Ayuntamiento y "mantener nuestro plazo medio de pago a los proveedores".
Un objetivo compartido con el resto de los municipios de Llevant, con Maó a la cabeza. La principal ciudad de esta zona insular ha ingresado hasta ahora 5.429.225 euros, de los 11 millones presupuestados en este ejercicio en concepto de IBI urbano, y 10.195 euros de los 24.153 que espera recaudar de IBI rústico.