La visita del conseller Carlos Delgado el jueves sirvió para visualizar su apoyo a la ampliación del puerto deportivo de Cala en Bosc mediante la construcción de un dique exterior. Tal como avanzó este periódico hace un mes, el Govern ve con buenos ojos esta iniciativa, y el jueves Delgado ratificó sobre el terreno esta misma opinión. Así, mientras el proyecto parece que avanza con fuerza en los despachos de las administraciones, se ha encontrado ya con un primer escollo en el camino: el GOB.
Los ecologistas se confiesan "frontalmente contrarios al proyecto", según asegura el coordinación de ordenación del territorio, Miquel Camps. Tanto es así, que Camps no duda en asegurar que "haremos todo lo que haga falta para que esta iniciativa no salga adelante". Traducida, esta expresión implica llevar el proyecto ante los tribunales, si lo creen necesario. Su baza, explica Miquel Camps, es la dureza de la legislación que protege el medio ambiente. Así, el ecologista explica que "ahora no es tan fácil sacar adelante un proyecto que afecta a las praderas de posidonia y que afecta claramente al ecosistema".
En este sentido, un precedente se asoma con fuerza, el de la construcción del dique de Son Blanc, y también el proyecto anterior en Sa Farola. En ese caso, también los ecologistas se opusieron frontalmente a la iniciativa, e incluso llevaron el caso hasta Bruselas. No obstante, Miquel Camps destaca una diferencia importante entre un dique y otro. "En el caso del dique del puerto de Ciutadella, se podía alegar un interés general. En el caso de Cala Bosc, no hay ningún interés general que tercie, sino simplemente un interés claramente particular", sentencia.
El motivo de esta oposición frontal al proyecto es, según Miquel Camps, la nula necesidad que tiene Menorca de proyectos como éste. "No necesitamos ningún dique, sino el Plan Insular de Costa (PIC) para ordenar la oferta existente. El PIC soluciona la situación de manera asequible y teniendo en cuenta a la gente de Menorca, pues tenemos demasiados ejemplos en los últimos años de proyectos privados que han acabado desplazando a los menorquines", apunta el coordinador de ordenación del territorio del GOB.