El juicio de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial contra el acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja quedó ayer suspendido hasta el próximo 2 de diciembre al no comparecer una de las peritos que estaba llamada a declarar. La psicóloga que debía ratificar su informe durante la vista oral no se presentó en los juzgados de Fort de L'Eau al encontrarse de vacaciones, según señalaron fuentes de la Fiscalía.
El imputado, A.S.R., para el que el Ministerio Fiscal solicita ocho años de prisión y una sanción de 120.000 euros, negó en todo momento el delito que se le imputa asegurando que nunca sometió a tocamientos a la hija de su pareja, que en el momento en el que presuntamente ocurrieron los hechos (entre diciembre de 2008 y junio de 2009) tenía once años. "Es una niña mentirosa capaz de inventarse todo esto", indicó.
A pesar de que la audiencia era pública, la menor prefirió declarar ante el juez a puerta cerrada.
Por su parte, la madre de la niña, S.I.B, decidió no acogerse a su derecho a no declarar y reconoció que su hija tenía celos de su expareja aunque matizó que A.S.R consumía alcohol con frecuencia y además era el que cuidaba de la niña y del hijo de ambos durante la noche, mientras ella trabajaba. También compareció durante la vista oral la abuela de la víctima, quien aseguró que su nieta era una niña "reservada" que "tenía miedo del novio de su madre porque gritaba mucho".
Los problemas de aprendizaje de la niña, que sufría dislexia, fueron tratados por una psicóloga en 2007. Ésta también testificó durante el juicio alegando que la menor presentaba un comportamiento manipulador y no respetaba los hábitos familiares. A pesar de todo, negó que la niña le transmitiera en algún momento haber sufrido abusos por parte de la pareja sentimental de su madre.
Por otro lado, la tutora de la menor durante la época en que supuestamente tuvieron lugar los abusos sexuales remarcó que la niña era más "infantil" que el resto de sus compañeras de clase, aunque puntualizó que no notó cambios significativos en su comportamiento en aquella época.
Finalmente, compareció la psicóloga del Instituto de Medicina Legal que examinó a la menor y al imputado una vez interpuesta la denuncia. La especialista definió a A.S.R como una persona "seductora con fines manipuladores" y con conductas sexuales "promiscuas". La psicóloga ratificó el informe, que indica que el relato de la menor es "altamente creíble". En esta línea, manifestó que, a pesar de que en un primer momento tanto la madre como la abuela dudaron de la veracidad de los hechos narrados por la niña, ésta mantuvo en todo momento la misma versión, que incluía detalles sobre los abusos, así como la reproducción de conversaciones y sus sentimientos ante la vivencia.