"Tsunagaru", el caminar juntos hacia o por la paz, es el nexo temático de la colectiva que desde el día 18 y hasta el 30 se puede visitar en la galería Malle, en el distrito Ebisu de Tokio. Dos de las piezas de la artista Erika Hartje (Montevideo, 1972), que reside en la Isla desde 1998, han viajado hasta el país del sol naciente para participar en la muestra que conforma la producción de doce creadores españoles y seis nipones.
En su tercera edición, "Winks of Spain", que se celebra cada dos años, cuenta con el apoyo de la Embajada de España a través del Instituto Cervantes. La japonesa Fumiko Nakajima –presente en Eurobijoux 2007– es la artífice de una convocatoria que une lazos culturales a través de las artes como escultura, pintura, cerámica o joyería.
"La fórmula de la paz" y "Llegando a la ciudad" dan título a las propuestas de Hartje que alza con materiales como el latón, la madera o las bolas de poliespan. Una producción que califica de "joyería narrativa". Generalmente, el metal y la piedra forman parte de sus componentes básicos, si bien se permite el lujo de combinar reciclados de plástico u orgánico.
La creadora exporta su obra a Japón desde 2007. Ha formado parte de las dos primeras ediciones de "Winks of Spain". Asimismo, fue seleccionada para exponer en el Museum of Arts & Crafts de Itami, en 2007.
Formada en el Miami Beach Art Center de Florida y en la Escola d'Arts i Oficis de Maó, la diseñadora prosigue en la Isla con su labor docente impartiendo talleres personalizados de joyería. "Estas navidades repetiré la enriquecedora iniciativa 'Madres e hijos', con materiales reciclados", avanza.